«¡El Monopoly ha hablado!»

-Buenos días, el conocido empresario inmobiliario Mauricio Casanova, que saltó a la fama por reconocer que sus primeros negocios habían sido exitosos gracias a los conocimientos adquiridos en el juego del Monopoly, (jugando partidas interminables en la adolescencia), ¡está arruinado!, cientos de empleados de varias de sus empresas, recorrerán las calles de Madrid en señal de protesta, miles de familias se quedan sin ingresos, varios meses sin cobrar y  de promesas incumplidas han derivado en la situación actual.

El empresario madrileño se ha visto obligado a dar explicaciones en una multitudinaria rueda de prensa que ha acaparado la atención de muchos medios nacionales e internacionales.
Abatido y declarado insolvente (el que fuera el rey del ladrillo en España y parte de Europa),se ve obligado a vivir en la más completa desolación.

Su única desconexión es volver a sus partidas de Monopoly con su vecino, quizá encuentre explicación a su situación. La partida se está alargando demasiado, pero Mauricio no quiere finalizar, quiere poner tres hoteles en Serrano y dos en Alcalá, siempre ha sido muy ambicioso.

Sin percatarse, de repente se encuentra inmerso dando vueltas en la ficha en forma de bota por las calles madrileñas (su vecino se ha quedado solo y aturdido). Esto es un punto de inflexión en mi vida, una señal para volver a levantar mi imperio, vuelvo a mis comienzos, el tablero está hablando, las calles me arropan, los billetes de quinientos me abrazan y las casas y hoteles me ofertan todo su glamour.

¡Oh Dios mío, esto no está ocurriendo! Antes de terminar la frase, es enviado de vuelta a la realidad, pero vuelve a ser adinerado. Varios hoteles en la Costa del Sol e inmuebles en Madrid y Barcelona así lo atestiguan. ¡Oh sí! ¡Empieza el baile!

¡El Monopoly ha hablado!