Decidí un día, que quizás…
no era para mí,
que quizás quería algo irreal
porque incluso una poeta,
un alma romántica,
pierde las esperanzas;
pero tú llegaste
me hiciste reir,
me sentí escuchada,
me sentí querida;
Y mientras un leve rubor
pintaba mis mejillas,
descubrí que me gusta escucharte,
ver tus ojos achinarse,
tu risa, tu voz.
Es muy pronto pensé,
es muy rápido aseguré,
no estoy lista quise decir
pero un te quiero escapó
y enmudecí.
Porque el amor no entiende
de esperas, de rimas,
versos concretos,
solo entiende
de ti,
de mí,
y de querer intentarlo.
Buenos Versos
Saludos Insurgentes