«INVISIBLE PARTE II»

Y con todos ustedes.... ¡La nueva presidenta del gobierno Carla Gómez de Utrero!.

El público asistente rompió en aplausos y vítores. La primera mujer presidenta de un gobierno en España. Había creado una inmensa expectación. La izquierda estaba contenta con su discurso feminista y a la vez moderado. La derecha estaba a la expectativa, de momento no la atacaban igual que si fuese un hombre, seguían buscando sus puntos débiles, insistiendo en encontrar "debilidades de mujer".

Carla, hacía unos minutos  había tomado una decisión, contar al público en directo porqué estaba allí, cuantas decisiones tuvo que tomar, cuantos proyectos evitar . Con la mirada perdida, en ese momento se le vino a la cabeza la escena más de una vez repetida, cuando tenía unos 6 años y su madre la enviaba a por pan, ella entraba en la tienda, no pedía la vez, no la atendían, era invisible, la pasaba a menudo, era tan ínfima que no la veían. Recordaba su paso por el colegio sin pena ni gloria, su entrada por la nota mínima en la universidad de derecho.

Con un aspaviento volvió al presente, se obligó a recordar sus éxitos, y se dijo a sí misma que por una vez en su vida iba a ser ella, fiel a sus principios, probablemente la primera presidenta del gobierno con menos duración en el cargo, pero con su integridad intacta. 

Recordó cómo llegó su reconocimiento con los casos de los afectados por las hipotecas abusivas, como la prensa la empezó a mencionar, como la ficharon en un partido emergente. Miró de reojo a su asistente, al que en breve sería su primer ministro. Sabía quién estaba detrás. Sabía el poder que tenía. Pero esta vez no lo iba a poder ejercer. Ella iba explicar a este país quién estaba detrás de su nombramiento y del de sus predecesores, quién manejaba los hilos de verdad.

Se levantó para ir hacia el balcón y rápidamente su asistente la siguió entregándole el discurso que tenía preparado.-- "No me hace falta", le dijo mirándole fijamente a los ojos. --"Pero Carla..." 

Carla ya había salido al balcón. los flashes la cegaron en un primer momento. La emoción de ver tanta gente reunida le inundó la mirada. Sentía mas que nunca su fuerza. Le infundieron valor. 

Queridos vecinos, queridos compatriotas, todos me conocéis a mi, a mi partido. Pero os tengo todavía mucho que contar, mucho que prometer y mucho que cumplir. Mi primera promesa es decir la verdad y mañana en la rueda de prensa contaré todos los detalles que me han traido hasta aquí. Quiero vuestra confianza. Eso me dará valor.

El publico expectante, pudo ver como se desvanecía, la retiraban y salía su ayudante al balcón.

"No se preocupen, será una indisposición pasajera, los nervios del momento, les sigo exponiendo desde mi humilde posición todo lo que tenemos previsto para ustedes".

Nadie pudo ver la inyección que la pusieron por la espalda en cuanto empezó  a hablar, ni como su vida acabó.