Destacaba. De eso estoy seguro. Había algo que hacía que no encajara con el resto.
No recuerdo haberla visto la primera noche, tampoco la segunda. Pero estoy seguro de que estaba allí.
No era su aspecto físico el que la hacía destacar. No, eso hubiera sido muy obvio. No, no era su físico. Creo que, más bien, era su forma de mover la cabeza.
No seguía el ritmo de la música. Era casi imperceptible, ligeramente ladeada, un suave bamboleo, una mirada perdida... Sí, creo que eso fue lo que llamó mi atención la tercera noche.
La seguí viendo cada noche que tocamos en ese antro. Nos habían contratado para tocar cada viernes de esa temporada y se suponía que eso nos permitiría grabar nuestro primer disco.
Todo se fue al diablo.
Esa noche, después de repetir Simphony of Destruction, la vi desaparecer del no muy nutrido grupo de concurrentes. Dejé el bajo sobre un buffer y decidí seguirla.
De las malas decisiones que he tomado en mi vida, creo que ésta, fue la peor.
La encontré en el parking, tomando la salida peatonal.
" Espera" le dije.
Se volvió hacia mí y pude apreciar unos enormes ojos café que parecían más grandes debido a las manchas de rimmel que corrían mezcladas con sus lágrimas.
Una tenaza apretó mi garganta y no pude decir más.
Me miró interrogante por lo que pareció una eternidad. Cuando se volvió para seguir su camino, hice acopio de todas mis fuerzas y dí los dos pasos que nos separaban aferrando con demasiada fuerza su muñeca izquierda.
Volvió a mirarme y ésta vez sus labios formaron una mueca que podría haber pasado por una sonrisa. Con dificultad articulé las palabras:
" Te he visto todos los viernes, ¿que buscas?"
Ella, ya sin sonreír dijo:
"Esto".
Muy descriptivo, lleno de incertidumbre, el giro final hace honor al título.
Bien narrado.
Saludos Insurgentes
Igual nos puede contestar Cisneros, que es su creador.
Saludos Insurgentes