«La magia de Invierno»

Todo el mundo me odia. Siempre prefieren a Verano e incluso a Primavera con todas esas alergias y temperaturas irregulares.

Siempre que me nombran es para decir algo malo de mí, porque sí, soy sinónimo de desgracias. En verdad estoy acostumbrado a que la alegría de todos se esfume cuando llego, pero a veces me pregunto... ¿Tan malo soy como para que todos huyan de mí?

También tengo cosas buenas, demasiado buenas diría yo. ¿A quién no le gustan las tardes de domingo de comida, manta y Netflix o sentarse al lado de la chimenea a leer un buen libro durante horas? ¿Y las salidas con amigos a una cafetería a tomar chocolate caliente y cotillear sobre todas las novedades? Por no hablar de los platos calientes, los abrigos gorditos y los fabulosos conjuntos que podemos crear.

Aunque sin duda mi favorito es la nieve. Despertarte, con tu café o cola cao en la mano, y mirar por la ventana el paisaje nevado es sin duda gratificante. Además actividades como el esquí, el patinaje sobre hielo o simplemente jugar con la nieve como niños son lo mejor para pasar el día estupendamente.

Pero... ¿qué más cosas buenas tengo yo? La Navidad es lo mejor que tengo. Es probablemente la festividad favorita de la mayoría de las personas. Con sus comidas y cenas navideñas, sus regalos, sus reencuentros, sus decoraciones, su espíritu de encuentro y sobre todo con sus propósitos de año nuevo.

¡Por qué sí! Sin mí los años no avanzarían y aunque puede parecer algo deprimente ver en primera persona el pasar de los años continuamente, todo sería demasiado aburrido si esto no ocurriera, porque cada invierno que pasa viene con nuevas sorpresas.

Entonces... ¿Qué me dices? ¿Sigues creyendo que, yo el Invierno, soy tan malo?