«La Simulación»

Sus ojos violetas se clavaron en la pantalla para realizar la conexión telepática con la base de datos donde se guardaba toda la información de sus marionetas humanas, como le gustaba llamarlas. Aquella noche estaba especialmente nerviosa, con un cosquilleo detrás de su largo cuello que no le había dejado dormir en toda la mañana.— Allá vamos — dijo con media sonrisa mientras pensaba de qué manera manejaría los hilos para entrelazar a Carlos y Silvia.Le habían enseñado cómo era la mejor forma de hackear las mentes humanas mediante micro impulsos luminosos en las pantallas terrestres, pero prefería hacerlo a la antigua usanza: modificar un par de píxeles del logo de aquella aplicación que al parecer enganchaba tanto a esas pobres criaturas.   Una vez tuvo la información binaria necesaria para trazar su plan por completo, comenzó a cambiar la imagen de forma imperceptible para un ser humano y la implantó en las pantallas de sus marionetas, haciendo que sus comportamientos cambiaran de repente.
— Qué extraño, siento un cosquilleo... — dijo Silvia mientras esperaba el autobús 15 que la llevaba al trabajo.De repente le apareció la foto de un chico que le resultaba extrañamente familiar, y sin pensarlo dos veces accedió a su perfil. Su dedo se resbaló por la pantalla y sin poder detenerlo se encontró pulsando el gran botón azul que le solicitaba amistad.— No, no, no… — susurró mientras subía al vehículo.De repente le apareció una notificación. Carlos le había mandado un mensaje.«Buenas, ¿nos conocemos? Me suena muchísimo tu cara»Carlos pensó en aquella chica que apareció en sus sueños la última noche. Era ella. Tenía que ser ella.
Los ojos violetas de Reka se entrecerraron victoriosos, y de repente vio en su mente a alguien que no conocía, pero le resultaba familiar.