Al despertar un destello de luz iluminó tus labios,
los acaricié, y un beso te robé al son de tus sueños.
Tu aroma impregnó en mi piel y lo llevé conmigo.
En la senda de una lozana vida albergo
y sin mirar atrás cumplo con mis deseos,
camino bajo el muérdago para recordar tus besos.
Mientras los niños sueñan comparto mi alegría.
Me encargaré de alcanzar sus ilusiones,
y mantener sus días en armonía
hasta convertir en realidad sus pasiones.
Vuelvo a nuestro hogar con mi sonrojada nariz.
La brisa acaricia mi piel y sonrío paciente,
y como un caballo alado sobre el prado vuelo feliz,
porque regreso junto a ti y volveré a abrazarte.
Buenos días vida mía, te traigo unos versos.
Caliéntame un chocolate que llegó el gran día
Ya terminé de envolver el mundo de fantasía.
El verso final es magnífico!
Enhorabuena.
Saludos Insurgentes