😷 Cuenta la historia de un beso no dado durante la pandemia.
Carlos no era un chico cualquiera, aunque por su aspecto lo pudiera parecer. Carlos era un joven alto, de cabello castaño y ojos marrones. Carlos no tenía ni pearcings ni tatuajes que se pudieran recordar. Carlos vestía como todos los chicos de su edad, vaqueros azules desgastados y sudadera negra eran su uniforme. Pero Carlos no era un chico normal, aunque pudiera parecerlo.A Carlos le gustaba seguir a las chicas que iban solas por la noche, las perseguía y, cuando se daba la ocasión, que no siempre pasaba, las amenazaba con su navaja y las violaba. Cuando acababa les daba un beso en la boca, le pedía perdón y después las sedaba. Al terminar limpiaba todos sus restos, para no dejar ninguna prueba delatora. Carlos era un chico listo, siempre atacaba en lugares con poca visibilidad y, hasta el momento, ninguna lo había identificado.Actuaba dos veces al mes, Carlos estaba enfermo, su cabeza le mandaba salir a buscar a nuevas chicas. Desde que había muerto su madre nadie le controlaba y había dejado de tomar la medicación.Vivía de una pequeña pensión que tenía por su enfermedad y de los trabajos que le salían hackeando lo que le pedían. Se pasaba los días encerrado en casa hasta que su voz interior le decía que tenía que ir a buscar a “su chica” y darle su beso.Pero llegó la pandemia y a Carlos, lo confinaron en casa. Al principio no tuvo problema, estaba acostumbrado a vivir encerrado, hasta que su cabeza empezó a decirle que ya tocaba ir a buscar su beso. Carlos salió a las ocho con una bolsa de basura para disimular, pero no pudo dar su “beso” ni ese día ni ninguno más.Volvió a la medicación y se olvidó de esos besos no dados.
¿Te ha gustado esta historia?
Añadir a favoritas
Encarni Prados Moreno
Soy de Granada, me encanta leer y también escribir relatos.
14 seguidores
Miembro desde hace 3 años. 20 historias publicadas.