«Mi buena amiga Laura»

Aquel lunes por la mañana mi jefe requirió mi presencia en el despacho. Tuvimos una breve conversación, observando todas las pruebas que teníamos contra el Fantasma del Sueño. Aquel asesino desconocido que acabó con las vidas de grandes magnates de EcoLife, la empresa que suministraba electricidad a toda la ciudad de Madrid. Su modus operandi consistía en administrar algún somnífero en la comida o bebida de sus víctimas, ahogandolas después en sus camas. Tras varias semanas dando palos de ciego tuvimos el principal sospechoso. Laura Núñez, mi mejor amiga desde los cinco años.

-Inspectora Velázquez, si este caso le provoca algún contratiempo puedo llamar a alguno de sus compañeros -dijo mi jefe, adivinando su expresión.

Me negué en rotundo. Si alguien iba a resolver todo este embrollo sería yo. Y así fue como estuve una semana espiando a mi mejor amiga hasta que un día me descubrió. Laura no tardó en contármelo todo. Todos los empleados del señor Gutiérrez estaban de mierda hasta el cuello, por su culpa ella y otras familias habían perdido sus hogares.

-Tienes que ayudarme, Ana.

Eso fue lo que hice. Preparamos todo el escenario para acusar a ese pez gordo de los asesinatos. ¿Quién me diría que cuando llegase a trabajar para la policía acabase encubriendo un asesinato junto a mi mejor amiga?