Yo desde que la conocí me enamoré, gracias a mi mamá, que cada fin de semana íbamos a la playa, apenas yo con 7 años, siempre pegado a su cuello, con miedo que esas olas me tragaran, es que no sabía nadar.
Fue un día de esos, que mi mamá me llevara a la playa y con un amigo de la familia, este le dijo a mi mamá que los barones desde temprana edad tienen en su currículo la natación, y le prometió que me enseñaría a nadar y que era posible que para el fin de semana que seguía, yo entraría solo al agua y nadaría, todo un loco, pero como el según mi mamá, tenía mucha experiencia en el agua, entonces ella le confiaría mi aprendizaje, no y hasta le dijo que ese mismo día me daría la primera clase teórica.
Comienza mi clase, me dice que lo acompañe a recorrer la playa, me enseña el lugar donde menos piedras había y que si el mar este picado no se debe entrar hasta evaluar la fuerza de sus olas y si no dominaba la natación podría tener cerios problemas en ella. Luego me dijo que lo acompañara al puente.
En el primer tramo de este puente, me pregunto qué profundidad yo percibía, un inteligente como yo fácilmente respondería esa pregunta, mamá nos seguía de cerca en el mar, el agua le llegaba a la cintura y yo le dije a Marcos que era bajito, él me dijo que si, y yo me lance sin preguntar y cay al lado de mi mamá, luego subí de nuevo a seguir mi examen. En la mitad del puente yo mirando por su puesto a mi confidente, que seguía avanzando desde el agua, vi que le llegaba al pecho, yo deduje me llegaría al cuello, y sin que él me preguntara, como un experto le dije, eso son como 1.50 mt, esta hondo, pero yo doy pie, en el final del puente y mi soplona estaba nadando y se hundió para desenredarse el pelo y pude percatarme que estaba superándola por un buen tramo, era muy hondo, y marcos me pregunta, ¿haber experto marino y ahora que tan profundo es?, yo le dije: hondo. Pero volvió a preguntarme, ¿pero cuantos metros hay del fondo a la superficie?, yo no savia, y entonces me cargo y me dijo que fuera a medirlo y me lanzo a lo profundo, que susto y que manera de tragar agua, suerte que mi colaboradora fue mi salvavidas y me arrastro muerta de risas a la orilla. Luego de esto marcos se lanzó y yo corriendo también me volví a lanzar con la esperanza de darle una patada voladora en la cara, que nunca pude darle, ese mismo día aprendí a nadar y me enamoré perdidamente del mar, na y me lancé después de esto hasta en oleajes, que ya les contaré.
Si me permites un consejo compañero, cuida las faltas ortográficas, tildes y nombres propios en minúscula.
Saludos Insurgentes