Resulta que yo en mi adolescencia, sobre los 15 años, solía pasar mis tardes, luego de practicar futbol, en la costa de 70 y 1ra, en Playa, La Habana, tengo muy gratos recuerdo de esa etapa, pero fíjense, como muchos niño adolescente de cualquier lugar o más centrado Cubano, no respetábamos las creencias jjj, no es que no creyera en nada, siempre me ha gustado la religión cristiana, pero con el perdón de religiosos de mi país, es que cada día en esa costa se realizaban ceremonias, arrojaban melones, plátanos y muchas frutas no y hasta un cake en una ocasión jjj, se imaginaran de que va esto jj, los pongo en contexto de uno de mis días habituales, Desde la 6 am, salgo para la escuela, muchas veces sin desayunar porque yo en aquel tiempo era muy vago, solo en aquel tiempo, ahora soy un héroe de la vagancia, jjj na no es el tema jj, nada que salía sin nada en la barriga, luego a estudiar, almuerzo 12 pm y luego estudio por la tarde, y por su puesto como cada niño de esa edad preferíamos el juego y no los estudios, y gracias a que me apunté en este deporte, muchas veces no tuve clases por la tarde ya que al practicar futbol me autorizaban a no asistir a clases.
Yo las cambiaba por jugar futbol, entonces, luego de un entrenamiento como ese, estaba muy pero muy ambiento, y en la costa no había un melón que no nos comiéramos jjj, no ni plátanos que sobrevivieran a nuestro feroz apetito jjj, na y hasta un cake muy bonito color azul que en una ceremonia un sacerdote de la religión yoruba o santero, no lo sé, solo que vestía de blanco, un blanco perfecto e inmaculado, este sacerdote lo colocó en el mar y estuvo mirándonos como si leyera nuestras intenciones jjj, después de unos 10 minutos el cake no se divisaba, se perdió en el azul del mar, solo entonces este sacerdote se montó en un almendrón o carro antiguo de color rojo y se fue; yo empecé a mirar al mar dando la causa perdida, pero un brillo en la lejanía me llamo la atención y sin que mis amigos se percataran de mi descubrimiento, me lance al agua y no tardaron mucho en darse cuenta, pues ellos también se lanzaron tras de mí, muchacho, yo parecía una lancha rápida jjj, claro les llevaba cierta ventaja o mejor dicho mucha ventaja jjjj.
Logré mi rescate y compartí mi triunfo con mis parias jjj, ese día entre melones, plátanos, guayabas y piñas y en la compañía de este majestuoso cake hicimos un festín, ese fue el mejor día de ese verano, mejor porque comimos cake y los otros eran meriendas de frutas.
Preciosa historia completo, el giro final es maravilloso.
Saludos Insurgentes