Secuestrado - Antonio Otero Fernández
Antonio Otero Fernández

«Secuestrado»

315 palabras
2 minutos
32 lecturas
Reto creativo «Huir o luchar»
🕵️‍♂️ Pon en marcha una investigación para localizar y evacuar a un colaborador o colaboradora de tu embajada amenazado por el nuevo gobierno de un país en conflicto armado.
Antes incluso de descolgar el auricular, el presidente supo que aquella llamada no era presagio de buenas noticias:

—Oficina presidencial. Adelante.

Una voz distorsionada retumbó al otro lado:

—Déjese de protocolos, presidente. Eso se ha acabado hace mucho tiempo.

—¿Quién diablos es usted?

—No importa quién soy, sino lo que ahora mismo tengo en mi poder. No estoy solo. Su embajador está aquí, conmigo. Lástima que no pueda saludarle, la mordaza se lo impide.

—¿Qué coño quiere? ¿Por qué hace todo esto?

—Es sencillo. Quiero que nos deje vía libre. Retire los controles, desarme las trincheras. Déjenos pasar. Y yo no le rebanaré el cuello al inútil de su amigo. ¿Le queda claro?

—¿Cómo puedo fiarme de usted?

—No puede, pero le conviene. Si no lo hace, iremos a por su familia. ¿O acaso se piensa que no sabemos dónde se aloja?

Las gotas de sudor que recorrían el rostro del mandatario eran entonces tan frías que podían confundirse con la escarcha de la madrugada.

—Usted gana. Daré la orden de retirada.

—Así me gusta. Es un placer hacer negocios con alguien dispuesto a colaborar.

Colgó. Rápidamente, el presidente marcó otro número.

—¿Lo tenéis?

—Sí, señor. Hemos pinchado el teléfono correctamente. La conversación ha quedado grabada.

—Perfecto. Hazla llegar a la Casa Blanca. Necesitamos su ayuda más que nunca.

Una conversación telefónica similar tuvo lugar en 1999 durante la Guerra de Kosovo, que enfrentó a la OTAN contra Yugoslavia. Un general yugoslavo trató de chantajear al presidente de uno de los países miembros de la OTAN, sin saber que este tenía contacto directo con Estados Unidos. Bill Clinton atendió la petición de socorro y dio luz verde a un bombardeo atroz que segó la vida de muchos serbios.

El general yugoslavo pagó muy cara su osadía.

Y en muchas casas serbias aún persiste, indeleble y negra como el carbón, la huella de la reputación mancillada.

Antonio Otero Fernández
Me encanta hacer reír a la gente. A veces lo consigo.
Miembro desde hace 5 años.
43 historias publicadas.

Para dejar un comentario, inicie sesión
Eugenio A. García de Paredes Pérez
09 sept, 12:10 h
Ambiguo. Interesante pero ambiguo!! Me encantaría hablar contigo del tema. Un saludo!
Antonio Otero Fernández
09 sept, 15:44 h
Encantadísimo de hablar contigo cuando gustes! Gracias por el feedback
Otras historias participantes en este reto
  • «TIERRA DE NADIE» , de Jaime Cenalmor Leer »

  • «MENTIR PARA SOBREVIVIR» , de Rebeca Martín Diosdado Leer »

  • «Aviones de papel» , de Roberto Bastida Mora Leer »

  • «Los Rolling Stones» , de Mikel M Leer »

  • «Un corazón por los aires.» , de Esmeralda Fleitas Leer »

  • «Uno, dos, tres… ¡Libertad otra vez!» , de Anastasia Sopale Thompson Leer »

  • «A través de mi piel» , de Saserfer Leer »

  • «Aisha» , de Leyre Jaime Pérez Leer »

  • «Un legado incalculable» , de Iván Del Dedo Martín Leer »

  • «Te amaré con todo el odio que me quepa en una bala» , de Marta Fernández López Leer »

  • «El cuento de mi abuelo» , de Bel(a)_Goez Leer »

  • «¿Qué nos mueve a luchar?» , de Antonio Otero Fernández Leer »

  • «Balas de amor» , de Nero F. C. Leer »

  • «EZEQUIEL» , de JUAN JOSE ROBLES Leer »

  • «La espera» , de Antonio Otero Fernández Leer »

  • «Compañeros» , de Wanley90 Leer »

  • «DEL OTRO LADO» , de María Caballero Leer »

  • «Vuelta a casa.» , de Ainhoa Risquez Leer »

  • «Un plan sin fisuras» , de Patricia Zamorano Granados Leer »

  • «La otra orilla» , de Vanesa Romero Códez Leer »

Recompensa
+ XP
Acumulas XP y estás en nivel
¡Gracias!