Su verdadera mariposa - Antonio Otero Fernández
Antonio Otero Fernández

«Su verdadera mariposa»

307 palabras
2 minutos
48 lecturas
Reto creativo «Juegos Olímpicos»
🏃‍♀️ Ponte en la piel de una deportista que recientemente ha sido madre y se enfrenta a un momento decisivo de su carrera. Debe demostrar que está en su mejor forma física y gestionar lo mucho que echa de menos a su bebé.

«Si ese es tu sueño, no soy nadie para detenerte. Pero, por favor, recuerda que tenemos un hijo que criar». No era un ultimátum, pero pudo observar la amargura en los ojos de su marido cuando pronunció aquellas palabras.

¿Cómo no lo iba a recordar? Desde que decidió convertirse en nadadora olímpica de mariposa, su entorno familiar era lo único que poblaba sus pensamientos. De hecho, ella siempre solía decir que su bebé era su verdadera mariposa. Un gusanito que, después de nueve meses, había abandonado la crisálida como el más hermoso de los insectos.

Aunque, claro, en el momento de entrenar, debía sacudir la cabeza y centrarse exclusivamente en correr y reducir sus marcas. El buen atleta es aquel perfectamente capaz de discernir entre emoción y competición, de separar ambos conceptos e interpretarlos individualmente. Ella no podía. Y menos ahora.


Piernas que temblaban como la gelatina. Respiración entrecortada. Nervios desgarradores. Un corazón que luchaba por escaparse del pecho. Había llegado el ansiado día: la gran final. Debía darlo todo.

 Sus brazadas eran poderosas, sus deslizamientos, firmes, y sus virajes, largos y certeros. Pero, durante los últimos cincuenta metros, algo sucedió: le sobrevino la imagen de su retoño.

Los ojos se le inundaron de lágrimas, que rodaban por sus mejillas hasta disolverse en el cloro de la piscina. Estaba segura de que los espectadores pudieron ver cómo apretaba los dientes. No era tensión, sino contención. Una vorágine de sentimientos le corroía las entrañas justo en el instante menos propicio. Con los músculos entumecidos y cegada por su propio llanto, sus dedos se estiraron en un esfuerzo postrero y titánico. Y tocó la pared.

 Besó la medalla de oro. El tacto era frío, pero reconfortante, como si procediese del Cielo. Supuso que así era exactamente como se sentía: pletórica. Celestial.

—Esta, mariposita mía, va por ti. Te quiero.

Antonio Otero Fernández
Me encanta hacer reír a la gente. A veces lo consigo.
Miembro desde hace 4 años.
43 historias publicadas.

Para dejar un comentario, inicie sesión
No hay comentarios en esta publicación.
Otras historias participantes en este reto
  • «OLYMPIAKOI AGŌNES» , de Jaime Cenalmor Leer »

  • «JJ.OO DE AMOR INTERGALÁCTICO» , de Rebeca Martín Diosdado Leer »

  • «El cuarto en discordia» , de Álex Pérez Leer »

  • «Venganza fundida» , de Bel(a)_Goez Leer »

  • «Querida Martina» , de Juan Carlos Guerrero Leer »

  • «Fuego y hielo» , de Esther Ahedo Lorenzo Leer »

  • «"El triunfo"» , de Miren Usabiaga Leer »

  • «Los últimos 100 metros» , de Luis Morcillo Leer »

  • «La noche previa» , de Antonio Jimenez Leer »

  • «¿Oro, plata o bronce?» , de Immaacp Leer »

  • «Con el oro al cuello.» , de Martina Méndez Leer »

  • «Deseos de venganza» , de Susimarquez74 Leer »

  • «Contra un mar de plata» , de Virginia Vic Miron Leer »

  • «Efímera gloria» , de Mikel M Leer »

  • «Reencuentro» , de Lucia F.S. Leer »

  • «Carmen y Hugo» , de Miquel Quetglas (Maiky Forrester) Leer »

  • «El precio de los sueños» , de Ainhoa García Leer »

  • «Ante todos» , de Juan Pablo Gatti Leer »

  • «MEDALLA DE ORO AL AMOR SIN FRONTERAS» , de JUAN JOSE ROBLES Leer »

  • «Hasta el amanecer» , de Álex Pérez Leer »

Recompensa
+ XP
Acumulas XP y estás en nivel
¡Gracias!