Francisco Anacoreta Laico

«Un mal día»

291 palabras
2 minutos
87 lecturas
🤓 Imagina cómo recordaría hoy el atentado un superviviente de las plantas superiores de una de las torres gemelas.
Estaba harto ya, así que salí a toda hostia, maldiciendo a todos y deseando que desaparecieran de mi vista para siempre. Deseando que ojalá esa asquerosa oficina no existiera. Decidí aprovechar mi hora para comer fuera de allí, salí a que me diera el aire. Me alejé lo suficiente como para no encontrarme a ningún idiota del trabajo en las cafeterías cercanas, pero no demasiado porque tenía que volver dentro de una hora. Entré en una cafetería que tenía buen aspecto y pedí una hamburguesa con patatas y un refresco de cola. Terminé de comer y emprendí el camino de nuevo hacia la oficina. Conforme me acercaba a la zona donde se situaba el edificio, empecé a notar un excesivo ir y venir de gente y de coches, al rato pasaron coches de policía y de bomberos. Me imaginé que algo habría sucedido, un incendio o algo... Pero jamás me hubiera imaginado lo que sucedió realmente. Conforme llegaba puede ver mucho humo y alboroto de gente, cuando estaba llegando puede ver el edificio en llamas, me acerqué y me dijeron que un avión se había estrellado con el edificio, no lo podía creer, los bomberos recogían cuerpos de gente que presa del pánico se habían tirado de la parte alta del edificio, no lo podía creer, me alejé, no quise acercarme más, la situación parecía peligrosa, mientras me alejaba vi como el edificio se desplomaba. Por un momento me sentí culpable por haber maldecido la oficina y haber deseado que desapareciera. Ahora que lo pienso, el mal día que tuve en el trabajo fue lo que me salvó la vida. Si hubiera sido un día normal como cualquier otro... hubiera comido en la oficina y no estaría ahora vivo para contarlo.
Francisco Anacoreta Laico
Escritor autodidacta
Miembro desde hace 2 años.
116 historias publicadas.

Para dejar un comentario, inicie sesión
Iván Del Dedo Martín
12 sept, 12:14 h
Muy bueno y muy realista. La de historias reales que suele haber así en todos los accidentes, que salvan su vida por variar un pelin su rutina justo el día D. 👏🏾👏🏾
Francisco Anacoreta Laico
12 sept, 22:22 h
Gracias! 😊
María Caballero
12 sept, 19:47 h
Esos pequeños cambios que pueden dar un vuelco a nuestras vidas.
Francisco Anacoreta Laico
12 sept, 22:23 h
Y tanto...
Otras historias participantes en este reto
  • «No es un día cualquiera.» , de Miquel Quetglas (Maiky Forrester) Leer »

  • «EL CAMINO DE BALDOSAS AMARILLAS» , de Pedro Gálvez Rando Leer »

  • «"QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA"» , de MONTSE SEDEÑO Leer »

  • «Poeta en Nueva York» , de Vanesa Romero Códez Leer »

  • «Resiliencia» , de Raquel Alguacil Leer »

  • «Regreso a casa» , de Carolina Gilbert Leer »

  • «El peso de la culpa» , de Nero F. C. Leer »

  • «HOY SERÁS TÚ QUIÉN ME VEA» , de Rebeca Martín Diosdado Leer »

  • «No queda tiempo» , de María Caballero Leer »

  • «La última mirada sostenida.» , de Guillermo Rosa Leer »

  • «Una mano amiga» , de Virginia Vic Miron Leer »

  • «Labios en la muerte» , de Saserfer Leer »

  • «Adam y Múriel» , de JUAN JOSE ROBLES Leer »

  • «Después de la muerte…» , de Chabeis Leer »

  • «11S» , de Jlespanas Leer »

  • «Martes en Nueva York» , de Bel(a)_Goez Leer »

  • «LOS GEMELOS» , de JUAN JOSE ROBLES Leer »

  • «En la planta 107» , de Edna A. Balletbò Leer »

  • «Floto» , de Eugenio A. García de Paredes Pérez Leer »

  • «QUERIDO NIETO» , de JUAN JOSE ROBLES Leer »

Recompensa
+ XP
Acumulas XP y estás en nivel
¡Gracias!