«Urit inferos»

*AVISO DE CONTENIDO EXPLÍCITO* 

Primer pergamino  
Estoy seguro de que me encuentro en el infierno. No sé cuánto tiempo llevo aquí, ni cómo he llegado a este lugar. Nos creíamos héroes de guerra pero, ¿quién iba a saber que seríamos castigados de esta manera por nuestros actos?

Escribiré en los trozos de pergamino que encuentre por el camino mientras quede algo de cordura en mí. Que estas palabras lleguen a la superficie y persuadan a los humanos. Hay lugares peores que el campo de batalla, que no son comparables ni con el frío invierno que hemos soportado en las estepas rusas ni con la tragedia que acompaña a esta tercera guerra mundial.

Segundo pergamino  
Este sitio es inmundo. Los gritos nunca cesan. Son gritos de pecadores: violadores, asesinos, corruptos, pedófilos... La mayoría están crucificados o empalados, descuartizados y en agonía. Y los que no, como es mi caso, tratamos de escondernos de los monstruos y buscar una salida.

Por lo menos los inocentes tienen un final. Parece que son los únicos que realmente pueden dejar este lugar, que su alma es diferente. Se ofrecen en sacrificio en extraños rituales. Los demonios y las súcubos bailan, fornican y, finalmente, arrancan el corazón del pecho de sus víctimas, desgarrándolas y devorándolas en una orgía de sangre y sufrimiento.

Tercer pergamino 
No sé qué hay después de la muerte, porque yo aún sigo vivo. Esta angustia y este dolor no pueden sentirse estando muerto. Cuando este cuerpo humano muere, reaparezco dentro de un cuerpo diferente, pero parecido al mío, que ha nacido del barro.

Deseábamos ser inmortales, como los dioses. Pero lo único que quiero ahora es perecer para descansar de este tormento.

Cuarto pergamino 
Para los de arriba, este es mi mensaje: No hay salvación para los perversos. Así seguirá siendo mientras arda el infierno.