No quiero que mi clima te cause temor. Por ello te colmaré de bellos paisajes mientras templas tus sueños frente a un reconfortable brasero. Surcaré tu piel para que tus escalofríos me concedan el honor de ser el más poderoso de las estaciones. Para recompensarte me enfrentaré con la primavera y festejaremos juntos la llegada del florecimiento. Hasta entonces, saciaré mis anhelos originando tempestades, así fluirán los romances; entre plumas y franelas, y las grandes amistades; abrazándose entre sedas y algodones.
Mientras perdure mi fortaleza, soplaré hasta limpiar las penas y desdichas. Después, lloraré hasta que mis hijas las nubes, conviertan mis lágrimas en copos de nieve, y así dejaremos atrás los malos presagios. Volviendo de nuevo a la esperanza y comenzando así una nueva etapa en nuestras vidas.
Sabes que no soy tan feo, solo debes estar preparado, con abrigo y sustento. Recuerda que todo lo que te proporciono, es para reforzar tu cuerpo y mente. Así que vive, sueña, juega. No te confines huyendo de mí, pues yo te ayudaré a convivir con mi frío resplandor.
Solo tengo una petición, ayúdame para que mi madre tierra tenga una vida de prosperidad. Juntos lograremos que su rostro sonría, así mis hermanos y yo, caminaremos en armonía.

Bravo, don Invierno!
Saludos Insurgentes