Arturo Gonzalo Del Álamo

suerte, David.

De paso aprovecho para recalcar que los primeros corruptos siempre son los funcionarios que colaboran mirando a otro lado, como son los habilitados nacionales, los técnicos que malinforman, etc que son compensados ecónomicamente y otro tipo de beneficios con coste para todos los contribuyentes.

Lamentablemente el sistema judicial no permite dar la cara para denunciar este tipo de delitos porque indefectiblemente te la acaban partiendo. Así nadie denuncia lo que sabe y los corruptos siguen robando a los demás.

Si no hubiera tarta de la que robar nadie se podría llevar nada que no le correspondiera. Estamos ante la necesidad de reducir el tamaño del sector público. No se puede confiar en las personas ni en que pueda aparecer alguien o algún protocolo que encauce bien el gasto público.

Mucha suerte y sigue así.