«Adir»

Buscó durante años esperanzada al hombre de su vida y cayó en la desesperación de abrir su corazón a cualquiera que le ofreciera una mínima muestra de amor. Fueron tantos los hombres que pasaron por su vida que encontrar el amor se convirtió en una obsesión. 
No obstante, todo cambió cuando conoció a Ricardo. Era buena persona, culto y atractivo. Por fin, alguien la trataba con el cariño y respeto que ella se merecía. Sin embargo, tras años de relación se percató de que era un farsante. Había construido su vida a base de mentiras. Nunca entendió el porqué. Ricardo se hacía pasar por médico cuando en realidad iba sorteando trabajos precarios, le encantaba aparentar que era rico cuando la verdad es que vivía ahogado en las deudas y entre otras muchas cosas jamás le habló de su hijo.  Pese a ello y debido a su insaciable sed de amor le perdonó día tras día todas sus mentiras y en una noche que fue mágica para ella quedó embarazada de aquel desconocido. Ese hecho le hizo albergar la esperanza de que Ricardo cambiaría y se convertirían en la familia perfecta y convencional con la que siempre había soñado. Desgraciadamente, aquel desconocido no quiso renunciar a su vida de mentiras y desapareció para siempre. 

Se sintió estúpida, torpe, insegura, débil pero siguió delante y tomó la decisión más acertada y valiente de su vida. Se convirtió en madre soltera, le dió sus apellidos al pequeño y por fin encontró a su verdadero amor: Adir