¡Qué maravilla! Voy bastante bien, para ser el primer párrafo de una novela, y, me atrevería a decir, que empieza bastante bien. Bueno, siendo sinceros… tengo mucho miedo a ponerme a escribir, aunque, si es solo sentarme en un escritorio y contar una historia... Ahora qué estoy releyendo, veo que le falta algo, no está perfecto y si no lo está, no lo voy a enviar, creo que tiene demasiadas explicaciones, si es que…, ya me lo decían mis padres que me voy enredando y me quedo estancado en la idea y empiezo a hablar y todavía no he contado nada. ¿Por qué será? Si en realidad sé a donde quiero llegar con todo esto, pero no empiezo, me quedo con "os voy a contar..." Nunca termino, siento que lo que estoy contando no interesa entonces empiezo a ponerme nervioso, a contar muchas cosas sin contar nada en realidad. Pero, es que para mí no hay nada peor que un vacío de palabras, su ausencia es más aterradora que una historia sin contenido. Y es que, aunque no lo parezca, el contenido, lo tenía muy claro. Tengo a los personajes, la trama, diálogos increíbles, ¡Sí, sí, sí, eso es! Me tengo que apoyar en los personajes, a ver qué me dicen... Empieza tú, Iván:
- "Marta, no me dejes, sin ti no podría..."
¡Madre mía! No quiero que se convierta esto en una historia de adolescentes... A ver, tú Elisa:
- "Me siento tan sola, no creo que pueda conseguirlo, es imposible..."
¡Basta! Todos mis traumas no pueden ir reflejados en mis personajes, me niego. Soy un inútil, no puedo acabar nada, ni siquiera puedo terminar esta historia, y lo tengo todo en el escritorio, pero me siento como una estafa, como un tío aburrido que como no sabe qué hacer se pone a escribir, en el fondo, sé que soy bueno, pero me detengo, no puedo terminar el final.
- Sí que puedes, tú nos has escrito con mucho cariño, no nos puedes dejar a medias.- Elisa intenta animarlo
¿Elisa? Pero qué coño...me estoy volviendo loco.
- Sigue, comparte tu vida, tus sentimientos.- dijo Iván animadamente.
Iván, te tengo cariño, pero eres demasiado intenso.
- No nos dejes en blanco, termina nuestra historia y si fracasas, llorarás, pero no lo hagas antes de tiempo. – dijo Iván.
Sí, tengo talento, loco y carismático, así me han descrito siempre, y puedo, aunque me cueste la vida voy a terminar vuestras vidas y que todo el mundo las lea, me lean.
"Iván cierra la puerta muy despacio, intentando no hacer ruido, camina poco a poco, y de puntillas hasta la siguiente entrada, era el camino por el cual tenía que pasar, según lo que había leído en el mensaje que había recibido, cuando se aproximaba a coger el pomo de la puerta, escucha un ruido, se esconde rápidamente.
- Tengo que salir de aquí como sea, y si voy hacia-. ( Iván le agarró la pierna)- ¡Ah! – gritó Elisa.
- Shhh..., cállate Elisa, que nos descubren.- susurró Iván.
- Pero, pero..." – dijo Elisa.”
(Dejo de escribir)
¿Pero qué mierda es esta? ¡Si parece un FanFiction de Whattpad! Estoy cayendo de cliché, en cliché; soy un fracaso.
- Que pesado eres ¡Cállate!¡Cállate! - dijo Iván enfadado.
Iván, que te borro...
- No eres capaz, me has cogido cariño, porque, aunque no lo quieras admitir, soy un reflejo tuyo, por eso te cuesta tanto acabarme. – dijo Iván socarrón.
No sé de qué me hablas.
- Iván tiene razón, deberías apreciarte como nosotros te apreciamos a ti, nos estás dando vida, nos gusta ¿Por qué no nos terminas? – dijo Elisa
No quiero que esto se acabe.
- ¿El qué?- preguntan exaltados Iván y Elisa.
La vida que os he dado, si os termino y no es lo que esperabais y si...
- Y sí mañana te da un infarto, y si, se convierte esto en un libro de éxito y si no, y si...- Elisa interrumpe a Iván.
- No eres adivino, eres escritor, cuentas historias increíbles, somos increíbles, nosotros lo sabemos pero tú no. – dijo Elisa.
¿Estáis orgullosos de estar viviendo en estas páginas?
- Sí. Creemos en ti. Hazlo tú- dijo Elisa con cariño.
- Ponte a escribir y deja de hablar con nosotros, que como te vea alguien te meterán en camisa de fuerza. – bromeó Iván.
(Los tres nos reímos)
A ver, ¿ por dónde iba?…¡Ah sí! Estaba en la puerta, cuando…
