«Amor, mentiras con fecha de caducidad»

Empieza a desesperarme la situación. Ya no veo las palabras flotar en frente de mis ojos, tampoco las diferentes escenas en mi imaginación. La frustración me puede y cierro el portátil de golpe. Me paso las manos por la cara nerviosa, esperando que el maldito teléfono suene de una vez. Un mensaje o una llamada, lo que sea me bastaría para poder continuar como antes.

Y es que antes eran tan fácil...

Las palabras se juntaban solas y el amor destacaba en cada párrafo. Era feliz escribiendo como se sentía el estar enamorada, el sentir las famosas mariposas en el estómago y la sonrisa que me salía inconscientemente cuando estaba con él. Una ensoñación maravillosa donde escribía sin parar lo que para mí era lo más importante en mi vida: el amor.

Pero todo lo que empieza tiene un final. A medida que pasaba el tiempo, la magia se apagaba y las palabras cada vez eran menos. Ya no contenían esa ilusión de plasmar lo increíbles que eran los finales felices. Hasta que se terminó definitivamente.

¿Cómo voy a poder seguir escribiendo sobre algo que para mí ya se ha extinguido?

El amor solo fue una ilusión que me nublaba la vista. Me tapaba la realidad de una forma bonita y cruel.

Ahora que esa ilusión se ha esfumado, las letras solo son letras y el amor son solo mentiras con fecha de caducidad.