Sucedió demasiado rápido. La mayor campaña de marketing jamás hecha. También la más dañina. Hoy, décadas después, aún son palpables las consecuencias. Aquella inocente melodía sería vetada de por vida e infinidad de ojos quedarían cegados para siempre.
*****************************
Tras meses de misteriosas publicaciones en redes sociales, publicidad en series y películas y de infectar cada pantalla con el germen de la incertidumbre y la expectación, el día había llegado. Televisiones y plataformas cancelaron su programación para emitir el esperado evento delante de cientos de millones de curiosos.
El show comenzó.Un hombre vestido completamente de marrón y de sonrisa pacífica pronunció con voz firme: “ya no tenemos tiempo para degustar los diferentes sabores, sentir las caricias de quienes nos aman, embriagarnos de los olores que nos rodean o escuchar a las personas que nos acompañan. Todo ha sido reducido a lo que vemos”. Con un movimiento envolvente señaló a su izquierda, donde una mujer de belleza abrumadora apareció tras una nube de humo.
Le colocaron unas gafas de montura muy ceñida. El hombre se aproximó a ella, pasó una pistola láser por cada uno de los tintados cristales y acto seguido gritó:
‒ ¡Reciban a Brown Eyed Girl!
Comenzó a sonar la canción del mismo nombre de Van Morrison. Al retirarse las gafas, los iris de la chica ocupaban la totalidad de sus ojos y eran de un intensísimo marrón. ¡Había renunciado a su vista! Sin embargo, desbordaba alegría. Bailaba despreocupadamente al son de Brown Eyed Girl, invitando así, a que la población se uniera a su felicidad.
Surgieron detractores. También simpatizantes. Demasiados. Millones aceptaron deshacerse de su vista para abrazar otro modo de vida. Afloraron grupos. Nuevas filosofías. La melodía de Morrison inundaba las calles. La sociedad quedó dividida. En pleno conflicto, los líderes del movimiento fueron arrestados y aquella melodía fue enterrada para siempre.
Van Morrison - Brown Eyed Girl
https://www.youtube.com/watch?v=UfmkgQRmmeE
Preciosa canción de un genio.
Muy bueno Mikel, enhorabuena.
Saludos Insurgentes.