<<Querido Daniel:
Hoy, 2 de febrero de 2038, te escribo, ante la incipiente amenaza de que perdamos todos nuestros recuerdos. De hecho, cuando leas esta carta, muy probablemente no recuerdes el día en el que la escribiste. Para que no te quede ninguna duda de su veracidad, prueba a escribir algo en los márgenes y verás cómo esta letra es tuya y nadie te intenta engañar.
Ayer, el Gobierno de la Nación, lanzó un comunicado por el cual, nos instaba a acudir al encuentro de un camión militar que nos entregaría una pastilla, diseñada para modificar genéticamente nuestros sistemas inmunológicos y, de este modo, hacernos resistentes ante cualquier enfermedad. Los remitentes del comunicado, también hicieron saber que, quien se niegue a someterse a este tratamiento, será detenido inmediatamente.
Por la tarde, nos reunimos, un grupo de científicos, para analizar la situación y concluimos que, el único objetivo que persigue esta operación, es borrar los recuerdos de las personas para poder someter a toda la población sin ningún tipo de oposición.
Por ello, hemos decidido almacenar toda la información relevante para el futuro de la humanidad, en un lugar secreto, de cara a que la población pueda retomar el control de sus vidas, tan pronto como sea posible. A este emplazamiento podréis llegar tras descifrar una clave formada por once palabras. La tuya es “esconde” y las coordenadas a las que tienes que acudir, para construir dicha combinación, son: 43º25'03”N 8º04'06”W.
Mucha suerte. El futuro de todos depende de ti.
PD: No acudas a este lugar si encontraste el sello de cera roto.>>
La teniente al mando arrugó el escrito, lo arrojó al suelo y, alzando la voz, dijo a su subordinado:
- ¡Rápido! ¡Nos han tendido una trampa! Bajo ningún concepto pueden conseguir la información o aquí rodarán cabezas.
Saludos Insurgentes