«Carta telemática»

- ¿No ha venido nadie a estar conmigo? - Pregunta Gelita entre dolores, con una mano en el corazón y las lágrimas abriéndose paso en una cara que muestra El Paso de toda una vida.

- Gelita, no pueden haber nadie en el hospital, estamos en mitad de una pandemia mundial. - Le contesta Ana, la enfermera que ahora también es familiar, amiga, confidente, apoyo...

- Ana, dígale a mi nieto que le quiero, que no se preocupa, que marcho sola, pero sé que están a mi lado. Le siento a él y a mis hijos. Sé que les costará creerlo, pero ahora estoy en paz, por fin voy a reencontrarme con el amor de mi vida. Aquí dejo todo, mi infancia, mis aprendizajes... y espero que también mis enseñanzas. Sé que mi nieto, mi amor, mi todo, caminará con paso firme el sendero de la vida. Yo le estaré alumbrando y le empujaré cuando no pueda más, dándole la gasolina que necesita todo el mundo en los peores días. Ana, dile por favor a mis hijos que son lo mejor que me ha pasado nunca, el regalo mas bonito que me ha dado la vida y quienes me levantaron cuando ni yo pensaba que volvería a vivir. Ana, diles a todos, por favor, que no se preocupen, que no lloren por no haber podido estar conmigo, porque yo estaré con ellos. Y que vivan. Que no desaprovechen ni un segundo de su existencia, porque la vida se va y, a las puertas de su marcha, te arrepentirás de no haberla vivido. Ana, diles que les quiero. ¡Feliz vida, mis pequeños!