«El destino en una caja»

Corre hacia la puerta intentando no tropezar con los pantalones que se sube.
 - Ya uno no puede ni cagar - Le grita a saber por el pasillo.
 - Tengo un paquete para Miguel Estrella.
 - Soy yo, pero no he pedido nada desde hace meses.
 - Firme aquí y disfrute de la sorpresa.
El repartidor se marcha refunfuñando del trabajo que odia y de la gente que se encuentra.
Miguel, aún con el apretón, deja la gran caja en el sofá, casi ni cabe. Se dirige al baño para terminar su misión, la curiosidad le puede. Coge el cúter y abre ese enorme cartón.
Al abrir encuentra una tarjeta escrita a mano:
"Siento que a pesar de odiarnos, debía darte el regalo de cumpleaños. Lo necesitas.
Un beso,
Tu EX"
Espachurra la tarjeta y la lanza al montón de envases que se acumulan en la mesa. Vuelve a dirigirse al inodoro. Pero necesita saber qué mierda le ha enviado su ex. Siempre puede giñar en el paquete y volvérselo a enviar a esa destroza vidas.
Abre la segunda caja y quita ese asqueroso corcho blanco que deja bolitas por toda la casa. Aunque tampoco se nota con toda la suciedad que se acumula por las distintas habitaciones.
Debajo del poliespán, algo relucía. Era una armadura de soldado de asalto de Star Wars. Su depresión y odio desaparecieron.
Se dio cuenta que tenia que salir a trabajar. Metió toda la armadura en una bolsa de deporte y se la llevó al hospital para enseñarla a su colega.
Durante la ronda visitó a un pelón de diez añitos.
Le comenta que tiene una sorpresa que le encantará pero la enseñaría después.
Nunca pudo ver la armadura. Juró que alegraría a los niños hospitalizados con su armadura y decirles: "Que la fuerza te acompañe"