«El peligro de amar»

Querer a alguien no es un cuento de hadas como todos pensamos. A veces esa persona no te quiere de la misma manera, a veces te traiciona. Nunca me hubiera esperado que ese chico que yo pensaba que era el amor de mi vida me estuviera engañando.

Sé que ese no es motivo para no poder ni levantarme de la cama, pero, ¿Cómo hacerlo? Y sobre todo, ¿Cómo sigo escribiendo?

¿Cómo sigo escribiendo una historia de amor perfecto si cada vez que lo intento me viene a la cabeza mi historia y no me deja pensar?

Debería olvidarlo, lo sé, debería pasar página y centrarme en mí, en mis relatos y en todo lo ajeno a él, pero no me veo con fuerzas. Y lo intento, de verdad, lo hago, pero es simplemente superior a mí.

Ayer me senté enfrente del ordenador e intenté hacerlo, pero escribía sin ganas, no podía seguir haciéndolo. Me acordé de ese día en su casa leyendo relatos escritos por mí. Me acuerdo de lo mucho que él me apoyaba en ese aspecto.

Él siempre me dijo que luchara por mis sueños, pero a estas alturas ya no sé ni que debería hacer con mi vida.

“No tires tu vida por la borda por un chico”, me dijo mi madre, pero para ella es muy fácil opinar, por supuesto, ella está en un matrimonio perfecto y no sabe lo que es que te manden fotos de tu novio con otra.

No sabe lo que era esperarle hasta las 3 de la mañana, creyendo que él solo se había quedado hasta tarde trabajando y no estaba viéndose con alguien más. Me siento traicionada.

Si él no me quería me lo tenía que haber dicho, no tenía que utilizarme de esa manera y dejar que me enamorara, pero lo hizo. Fue un egoísta, y a pesar de eso todavía sigo esperando que cruce el umbral de la puerta del salón y me diga que todo ha sido una broma de mal gusto, pero sé que no es posible.

Él ya no siente lo mismo, me lo ha demostrado. Estoy tan frustrada que lo único que puedo hacer es llorar por las esquinas. No lo entiendo, todo iba tan bien, y de repente...

De repente él simplemente deja de quererme, como si yo solo hubiera sido un juego y solo le importara estar bien consigo mismo. Ni siquiera se molestó en darme una excusa, solo agachó la cabeza y se fue.

No le importó saber que me había hecho daño, no se molestó en volver a intentar llenar el vacío que dejó, simplemente se fue. Y no va a volver. Tengo que volver a la realidad, tengo que centrarme, lo sé, pero no sé cómo.

Han pasado tres semanas, es hora de afrontar que ha pasado, y que, a pesar de eso, la vida continúa.

No puedo dejar que me hunda, no por un chico. Le he querido, y quizás todavía le quiero, pero no puedo tirar mi carrera y toda mi vida a la basura. Seguro que él está en otra fiesta, seguro que ni siquiera se acuerda de mi nombre.

Supongo que yo no estoy hecha para el amor, quizás lo mejor es que yo simplemente me centre en escribir.

Hay personas que encuentran al amor de su vida y lo dejan ir. Otras simplemente no lo quieren. Algunas viven una historia perfecta de amor perfecta y luego estoy yo que simplemente no tengo.

Estoy hecha para escribir historias de amor, no para vivirlas, así que seguiré escribiendo historias irreales en la cual una pareja se enamora y vive en un cuento de hadas, aunque ya sé que eso no existe.

Y sí, a lo mejor dentro de 5 años he encontrado a otra persona que sí me sepa valorar, pero estoy tan harta de dejar que me utilicen que no voy a permitir que entren a mi vida.

Cuantas más personas entran, más personas se pueden ir, y sé cómo se siente que alguien se vaya de tu vida.

No quiero volver a pasar por lo mismo. Nadie sabe lo que yo he llorado, nadie sabe lo que me ha costado guardar las fotografías que me mostraban que en algún momento fuimos felices, que yo en un tiempo lejano si fui suficiente para él.

Así que fingiré que estoy bien, intentaré que la próxima vez que me siente a escribir no me frustre y llore, conseguiré escribir. Al menos, una página por día.

Aún no sé exactamente como lo haré, no tengo ganas de pensar en otra pareja que no sea la mía, y tampoco quiero hacer una biografía de cómo me partieron el corazón.

Quizás dejé de escribir por una temporada, podría viajar durante meses y después, cuando la inspiración regrese, volver a la carga.

Creo que es la mejor decisión.

O a lo mejor solo estoy auto convenciéndome de que todo estará bien cuando nunca será así. Simplemente no puedo superar todo esto tan rápido.

Si hay algo que he aprendido del amor es que hay partes buenas y malas. El amor nos vuelve débiles, y me he sentido tan descubierta cuando él se fue que sé que no puedo volver a pasar por algo así, no quiero pasar por esto de nuevo.

Así es como se siente el amor. Cuando es mutuo, es como si vivieras en una nube. Y algo cambia.

Él se va, y te sientes insegura, sientes que te falta algo, y lo que debo aprender es a quererme a mí misma.

Lo quise a él sin quererme a mí misma, y eso fue un problema. El amor es un peligro y debería estar prohibido.

Me corrijo, el desamor es lo que debería estar prohibido. El amor llena, el desamor rompe.

Aún me queda mucho por aprender, así que espero seguir haciéndolo y, con suerte, enseñarle al mundo lo que yo he ido entendiendo.

Hacerle ver al mundo el peligro del amor.