«EL PRUNO ROJO»

Aurora es como cualquiera de nosotros con sus luces y sus sombras.
Tiene miedos e inseguridades, pero tambien disfruta de momentos de gloria creando sueños que posiblemente algun día seran realidad.
Su mayor sueño es escribir un libro, en realidad, ya lo está haciendo...
Como cada mañana desde que empezo a dar sus primeros pasos en la escritura, sigue la misma rutina como si de un ritual se tratara, lo primero despues de tomarse un cafe, es darse una ducha para sentir limpio su cuerpo, despues baja al despacho y enciende un incienso de sandalo para sentir limpia su alma, toma tres respiraciones profundas y se sumerge finalmene en una corta meditación para así sentir tambien su mente limpia.
Cuando siente que su cuerpo, su mente y su alma estan alineados, se sienta en su escritorio frente a la ventana y mira el pruno rojo alzandose majestuosamente hacia el cielo lleno de fuerza y de vida. La conexión de Aurora con el es de amor y admiracion, por eso cada mañana le da los buenos días, ella sabe que el la siente.

Pero cada mañana desde hace ya mas de un mes, Aurora esta totalmente bloqueada, no escribe.
Ella sigue su ritual, pero cuando llega la hora de escribir, siempre encuentra una excusa para levantarse y hacer algo "importante" o "urgente". Sabe de sobra que se esta saboteando, pero es que hay algo dentro de ella que la paraliza y no la deja continuar con su sueño, eso la asusta, pero es incapaz de enfrentarlo.

Ella a veces era consciente de lo que estaba pasando, de nada servia sentirse en paz con la vida y con ella misma tras sus rituales si al rato notaba como su empoderamiento perdia su fuerza y con el, ella tambien se hundía...cerraba el portatil y se preguntaba ¿por qué?

- De verdad que no lo entiendo- se decia- Yo tengo claro lo que quiero hacer, si yo se que valgo para ello, ¿por qué este miedo tiene secuestrada mi creatividad?

El miedo al fracaso le paralizaba completamente.

Para Aurora este era su primer poyecto importante ya que antes habia escrito muchos articulos para diferentes medios con bastante aceptación del publico que la seguia.
Todos sus trabajos anteriores eran dinamicos y cercanos, a traves de ellos ayudaba a muchas personas a encarar sus problemas en su día a día desde un punto de vista comico, energico y directo, brotaban las palabras facilmente del centro de su alma, sus consejos eran como un "pepito grillo" que susurraba incansablemente lo que muchas personas necesitaban oir, eran un empujoncito de realidad para ayudar a quien lo leyera a moverse hacia aquello que en realidad querian o buscaban en su vida.
Por este motivo ella sintio que tenia que escribir un libro, algo mas profundo y que llegara a mas personas.

Pero cuando parecia que todo iba bien, de pronto empezaron tambien millones de dudas.
-¿A quien le va a interesar esto? ¿en verdad pienso que tengo la capacidad de hacerlo? Creo que me estoy engañando a mi misma.
Ese vertigo la llevaba a pensar que seria un fracaso total, una ruina.
-Este tormento no merece la pena ¡Se acabo!
Con esa rabia y frustración comenzo a romper todos sus apuntes, los datos, las notas, los documentos...todo.
Abatida comenzo a llorar encima del desastre que había provocado, así paso un buen rato hasta que levantó por un instante la cabeza hacia el pruno rojo, fijo su mirada en el y penso:

-El no tiene miedo a fracasar ni a nada porque no tiene que competir con nadie, está ahí mostrando al mundo lo que es, no tiene que hacer nada mas, y yo....- Un momento ¡Esa es la lección!
-No tengo que hacer nada más de lo que ya hacía cuando comence. No tengo que compararme ni demostrar nada a nadie, ya soy perfecta tal y como soy y se que escribir es lo que quiero porque realmente me apasiona. Se que escribir es invitar a mi alma a soñar. Qué mejor regalo puedo darme a mi misma que hacer feliz a mi alma.

Y así Aurora vencio su miedo a un fracaso que solo estaba en su imaginación.

Querido lector recuerda siempre que si alguien lo ha logrado, si ya alguien ha vencido sus miedos ¿Por qué no podrias lograrlo tu?

Tienes talento, tienes un don... pero eso ya lo sabías ¿verdad?



Anabel Encinas