Todo empezó una noche cuando Megan soñó que iba a ser mama, Al despertarse esa idea estuvo rondando por su cabeza durante semanas, desde pequeña siempre había querido tener hijos, pero en el campo amoroso, no había tenido suerte. Sabía que, a su edad tendría que decidirse pronto. Se sentó en su estudio y encendió el ordenador abrió el Edge y busco información sobre Fecundación In Vitro. Guardo la documentación encontrada y se fue a dormir con sus pensamientos.Al día siguiente llamo a su madre para contarle que había decidido ser madre soltera, le sorprendieron sus palabras, ya que intento quitarle la idea que tenía. En otras ocasiones le hubiera hecho caso, pero esta vez iba a seguir adelante.Se fue a casa de Maira, su mejor amiga y después de contarle todo, las dos se fueron al Centro de Fecundación que había elegido. Al llegar las llevaron a una sala y les dijeron que enseguida las llamarían. Entro un hombre corpulento con voz grave, les dijo que le acompañáramos, a otra sala y empezó a explicarnos todo.Megan salió muy contenta del Centro y se fueron a casa de sus padres para contárselo todo, al final aceptaron su decisión y eso le tranquilizo animándola mucho más. Estaba deseando que la llamaran para empezar todo el proceso. Los siguientes meses fueron duros, pero todo salió como les habían contado.Ha pasado dos años y hoy Ingrid, la hija Megan cumple un año. Megan es la madre más feliz del mundo, su hija va contenta a la guardería. Ingrid les ha cambiado la vida a sus padres y a ella, la quieren muchísimo, aunque no tenga el apoyo de un padre, hacen las mismas cosas que cualquier familia y todos los días tienen anécdotas para compartir.
