«En el séptimo cielo»

Estoy a punto de despedirme de la persona más importante de mi vida. Lo hago a través de Instagram, como siempre. Dejo volar mis palabras y le escribo lo siguiente:

Hoy emprendo un viaje, pero solo de ida. No podía irme sin decírtelo. Has sido confidente de mis secretos más oscuros, igual que yo de los tuyos. Nunca nos hemos visto, ni si quiera conozco tu voz, ni tu nombre real, aunque eso no importa. Contactar casualmente a través de Ias redes nos ha permitido mostrarnos tal y como somos, contarnos todas nuestras miserias, sin tapujos, sin miedo a ser juzgados. Eres la única persona en esta vida que me ha permitido ser yo mismo. Ese es el regalo más valioso que un ser humano le pueda hacer a otro. Tengo la certeza de que me conoces tan bien, que sabes perfectamente lo que significan todas y cada una de las palabras que te escribo. Un último abrazo, mi querida Angélicalqni. P.D Me has hecho sentir muy feliz. 

Acabo de enviar el mensaje. Ni si quiera me molesto en cerrar el ordenador. Presiento que no hay mucho tiempo. Efectivamente lo compruebo al mirar por la ventana. Están ahí abajo. Nada menos que 4 coches de policía me esperan, pero yo voy a escapar antes de que me detengan. Todas las miradas se centran ellos. Nadie se ha percatado de que estoy sentado en el alféizar de la ventana de un séptimo piso. Empieza mi viaje solo de ida, pero no de vuelta.