«ENCUENTRO CON UNO MISMO»

Me persiguen, me van a alcanzar y corro ya casi sin aliento. De pronto empiezo a caer. No ha sonado el despertador aún así que calculo que no he dormido mucho pues lo tenía puesto para que sonara a las seis de la mañana y me quedé dormida a las tres de la madrugada. Pero ¿dónde estoy?. Todo a mi alrededor es blanco. Tanteo con mis entumecidas manos debido al sueño del que acabo de despertar pero juraría que esto empieza a ser una pesadilla. No hay ventanas ni puertas, no hay ningún punto de referencia.

Empiezo a marearme y asustarme, mi respiración se acelera y los brazos pierden fuerza. Esta sensación la conozco bien, estoy entrando en pánico. No tengo mis pastillas, no tengo nada aquí. No logro pensar y no puedo entender que narices pasa. Se supone que tengo que buscar una salida pero es que no hay puertas ni ventanas ni objetos que pueda usar para golpear. He de entender donde estoy para poder buscar la salida. Miro a mi alrededor buscando, pero no hay nada. 

La angustia se apodera de mí, me paraliza y siento que voy a morir. Mi corazón palpita a una velocidad que debe ser peligrosa. Pero ¿qué puedo hacer? Grito pero no hay respuesta y mi eco retumba en mis oídos. De pronto dejo de luchar, me estiro en el suelo y cierro los ojos y respiro, respiro. Dejo de resistirme, no puedo hacer nada más que respirar. Al poco rato siento una gran paz, me siento a mi misma, //solo estoy yo, es lo único que hay en ese espacio. He estado buscando algo allí que me ayudara a salir y de repente me he dado cuenta que lo más importante que hay soy yo misma.