«Inconformidad»

El Sr. Escritor estaba sentado frente a su laptop, tratando de darle un final a aquella historia tan turbia donde sus personajes se pasaban de oscuros. Su editorial ya lo presionaba para que terminara la novela, pero su mente estaba demasiado bloqueada para poder escribir al menos una oración. Tocan a la puerta, gira su cabeza lentamente, y se levanta muy despacio de la silla. Vuelven a tocar... Abre sin ver Por la mirilla de la puerta, (grán error). Su corazón se aceleró al ver que era esa mujer exactamente igual a Carmen, el  personaje de su novela. La chica de cabellos negros y ojos inyectados en maldad, empujó la puerta y entró gritando improperios. 

-¿como te atreves a crearme en tu historia y volverme una asesina?

El Sr. Escritor estaba en shock, no sabia que sucedia, su corazon latía con mucha fuerza y por un momento pensó que estaba a punto del infarto. 
-¿te vas a quedar callado? ¡RESPONDEME! 

Cuando él iba a contestar, la chica se le lanzó para atacarlo, y fue justo ahí cuando abrió sus ojos. Su corazón aun latía muy fuerte y seguía pensando en el posible infarto, pero solo estaba sentado frente a su laptop. ¿Había sido solo un sueño? ¿Pero por qué se sintio tan real? 
El. Sr. Escritor puso nuevamente sus dedos en el teclado y volvieron a tocar a la puerta. Ahí estaba nuevamente su corazón latiendo más fuerte que la primera vez. Sus manos temblaban (mucho); tragó en seco y se levantó aún mas despacio. Caminó muy lentamente hacia la puerta con las piernas temblosoras, y esta vez si puso su ojo derecho en la mirilla. No podía creer lo que veía; eran varias personas y todas coincidían físicamente con los personajes de su novela (al menos como él los imaginaba). El Sr. Escritor comenzó a respirar muy rápido y decidió no abrir, solo pensaba: ¿Que diablos me sucede? Pero todas aquellas personas comenzaron a darle patadas a la puerta mientras el gritaba aterrorizado. Ellos lograron entrar a la fuerza y cada uno comenzó a reprocharle al Sr. Escritor por el personaje que le tocó. El señor de cabellos grises no queria ser pobre en la historia, la chica rubia estaba molesta por ser prostituta, la pequeña de la saya a cuadros no quería compartir a su madre con un hermano, el chico de la gorra roja no quería ser un expresidiario. Todos lanzaban insultos a la cara al Sr. Escritor que solo podia gritar y gritar de espanto mientras ellos se le acercaban cada vez mas de forma muy grotezca; él cerró los ojos muy fuerte a tal punto que sus arrugas de cuarentón se volvieron aún mas prominentes. Gritó. Y cuando los volvió a abrir, ahí estaba, frente a su laptop. Respiró profundo... Era un sueño, otra vez. Volvió a respirar y cuando se volteó en un gesto involuntario, ahi estaban todos, en silencio detrás de el. Su corazón se volvió a acelerar, y cuando quiso pronunciar palabra, todos sus personajes lo atacaron con violencia, y esta vez, no volvió a abrir los ojos.