Soy Mateo, Porqué me bautizaron así no lo sé, pero en el nombre encarnaron la incredulidad de lo que debía percibir y conocer. Me gusta escribir en poesía historias que se han traducido en realidades a veces inevitables pero que no me deja hacer pensar y escribir. Soy temeroso de lo que llaman premoniciones y no lo he logrado superar, he consultado a psicólogos y otros especialistas de esos que llaman estudiosos de fenómenos paranormales. Sueño y después escribo o bien viceversa escribo y después sueño. Si vos conoces alguna terapia para superar este aparente padecimiento gustaría me dijeras como superar con terapia o alguna ejercitación mental psíquica.
Te contaré una de las historias que he soñado y después he escrito… Sucedió que estaba en una inmensa costa de playa, el mar era tranquilo sin turbulencia aparente muchos niños jugando, mucha gente departiendo. Gente que venía de los hoteles aledaños o quizás de las propiedades circunvecinas. Todo aquello era una gran algarabía nada podía detener aquella inmensa alegría.
De pronto se meció la tierra de un lado a otro seguido un fuerte retumbo se escuchó, en segundo el mar se alzaba desde lo lejos en gigantescos oleajes. Nadie percibía ni siquiera podía ver, yo estaba en una alcoba de una casa en una colina muy alta desde donde lo miraba aquel acontecimiento. La desesperación y el temor me hacía gritar creyendo que la gente me podía escuchar pero nadie, absolutamente me escucharía pues estaba muy lejos. El mar cada vez se acercaba elevando y ensanchando sus brazos y cuando la gente lo vio era muy tarde justo el agua estaba atrapando a la mayoría de todos los que departían y jugaban. Yo quise salir pero una voz de los profundo decía: “Quédate donde estas, nada te sucederá”. De pronto como por arte de magia el mar detuvo su avance pero todo lo que estaba cerca de sus costas se lo llevó. No llegó hasta la colina donde yo me encontraba.
No había deseado escribir esta historia por temor a que sucediera pero viendo los acontecimientos que han ido sucediendo en mi entorno desde hace cuatro años, he ido interpretando el sueño que tuve y que no quise escribir hasta ahora que veo cómo van sucediendo todas estas cosas en mi rededor y el universo. Es como si el mar se volcara sobre nosotros y no deja nada a su paso. Crisis política y económica internacional y la pandemia que después de 2019 nos ha cambiado todo y se ha llevado muchas vidas a nivel mundial. Aún no escucho otra vos desde dentro del mar que me diga que ya todo se detuvo. De cierto es que aún estoy donde siempre he estado inamovible sin nada pero con todos.
Ahora que lo he escrito espero que lo sucedido baje su efecto, que los sueños y mi pensamiento no me atormenten y me permitan escribir y compartir mis versos e historias que comparto en las redes.
Otra vez sucedió que cuando terminé de compilar una serie de poemas para editar y publicar un poemario antecedieron una serie de acontecimientos que parecían ser para detenerme en los propósitos de alcanzar ese objetivo de publicar en este pequeño y pobre país. Primero después de haber clasificado los poemas, seleccionado, revisado y corregidos con un amigo con quien laboraba, tenía de algunas editoriales la incredulidad de que yo pudiera realizar el pago de la publicación de al menos 500 ejemplares. Difícil muy difícil encontrar la aceptación hasta que encontré un amigo que aunque era muy caro sabía que si me lo proponía lo lograría. Para pagar la publicación no tenía dinero pero seguí pensando cómo debía o podría hacer, entonces estaba laborando y podía solicitar un extra-financiamiento a un banco que hace muchos años me había otorgado una tarjeta de crédito. Solicité el extra-financiamiento, el banco me ofreció más de lo que necesitaba pero solo retiré lo necesario, con ello di por iniciado mi proceso. Antes debía haber registrado en la entidad reguladora de los Derechos de Autor, La Gaceta Diario Oficial y el Instituto de Cultura para el ISBN.
Seguimos muchos procesos antes de que el libro estuviese concluido, revisión, corrección y muchas otras más. Arduo, difícil pero fui aprendiendo todo el proceso y cuando ya todo estaba listo y terminado debía ver dónde y cómo hacer la presentación, quien sería el o la prologuista en la actividad. Un amigo me dijo que tocara puerta en el Banco Central, así fue presenté carta a la directora general de la biblioteca del Banco Central, la que lleva nombre del príncipe de las letras castellanas Rubén Darío.
Me dieron respuesta en quince días para que en uno de los salones se realizara la actividad. Una austriaca que labora en dicha entidad haría la presentación o ella tendría a su cargo la actividad. Había hecho los correspondientes avisos, el diario La Prensa había hecho su publicación, yo había invitado a mis amistades. Todo estaba fluyendo bien hasta dónde íbamos caminando. Se llegó el día 10 de abril de 2014 que habíamos acordado, a las cinco y treinta de la tarde se realizaría el lanzamiento de mi primer libro de poesía. Días antes en mi trabajo me habían exigido que pusiera mi renuncia de mis labores a lo que no accedí y de todas maneras me despidieron. Alguien creyó que la entidad donde trabajaba me había financiado la publicación lo que no fue así. Mal informó y las nuevas autoridades que llegaron posteriormente, haciendo uso de prepotencia incursionaron a las computadoras para investigar a los trabajadores. Muchos otros fueron despedidos aunque no por la misma causante. Mi actitud fue de resignación ante Dios y las sagradas entidades que me colaboran.
El jueves 10/4/14 casi a las 5:00 pm un fuerte sismo sacude el pacifico nicaragüense, quien podría saber que ese mismo día que realizaría la presentación de mi libro, no se realizaría porque la naturaleza estaba enojada. ¿Sería por el nombre escogido?
19 de agosto.
©D/R. Sueño de luna/Juglar de sueño
