Estaba jugando a la videoconsola y mi madre no paraba de darme la murga con que bajara la basura. Después de un rato sin poder concentrarme con sus gritos y que perdiera la partida una vez más, decidí bajar. Me daba pereza, por suerte la basura está justo al lado del portal. Me decidí a bajar. Conforme salí del portal visualicé a una chica de mi edad más o menos, unos veintitantos, que estaba depositando una caja en uno de los contenedores. Me acerqué para tirar mi bolsa y de paso averiguar el contenido. Pensé que quizás había algo interesante que podía recoger: como películas, libros... o algo por el estilo. Antes de que me diera tiempo a asomarme al contenedor, escuché como una especie de berrido, pensé que era un gato. La chica se percató de mi presencia, me miró con sorpresa y nerviosismo y se volvió hacia adelante caminando con prisa. Entonces me asomé a la caja y no daba crédito a lo que estaba viendo. Era un bebé, la muy hija de puta estaba abandonando a su hijo...
—¡Eh! ¿Qué coño haces? ¿Estás loca? No puedes dejar aquí tirado al bebé...
La tipa se volvió y me soltó:
—¿Qué cojones quieres que haga? No puedo cuidar de mí misma... cómo para cuidar de un bebé...
—Pero, tía... llévalo a algún sitio, darlo en adopción... yo qué sé, pero tirarlo aquí... Y si nadie lo viera y se lo lleva el camión de la basura...
La chica comenzó a balancearse de un lado hacia otro llorando y gritando que no sabía qué hacer. Tenía muy mal aspecto, me pareció que tenía problemas con las drogas o algo así.
—¡Yo no sé qué hacer, no puedo ocuparme de él! Ocúpate tú, por favor. —me soltó y se largó.
Muy original.
Saludos Insurgentes
Muy original.