«La decadencia»

Veamos como puedo empezar mi novela... iniciarla con una frase que tenga menos de diez palabras y que tenga gancho. Creo que ya lo tengo:" la vida es una jodida noria..."
Mierda, suena mi móvil... es mi tía, debe querer hablar con mi madre. Llama a mi móvil porque yo tengo tarifa plana. Bueno, le llevo el teléfono a mi madre y me vuelvo a encerrar en el cuarto. Sigamos, ¿por dónde iba? Ah, sí... "La vida es una jodida noria, a veces abajo, a veces arriba... y no se para, gira y gira... nunca para"... Y entra mi madre en el cuarto...

—Juan, está empezando la serie de los gavilanes.

—Estoy haciendo cosas con el ordenador. —contesto.

—Pues hijo... ¿No puedes llevarte el ordenador allí?, esa serie está chula.

Así no hay manera de concentrarse, no puedo perder tiempo, ya pierdo demasiado tiempo con la tele y las redes sociales. Cuando consigo ponerme a escribir no debo parar, pero es entonces cuando viene mamá a interrumpirme...

—¡Juan, Juan! —mamá comienza a llamarme.

—¡Voy! —grito.

Pero sigo enfrascado en mi texto, comienzo a concentrarme cuando de repente irrumpe mi padre en la habitación.

—Niño, tu madre te está llamando, ¿no escuchas, o qué? Venga a comer.

—Voy... —contesto.

Al rato entro en la cocina.

—Te vas a comer eso helao. ¿Qué estabas haciendo tan importante?

—Estaba escribiendo.

—¿Escribiendo?, ahora resulta que nos ha salido escritor. —dice papá.

—Sí, nos va a sacar de pobres. —dice mamá.

—De ilusiones se vive... Lo que tienes que hacer es buscar trabajo. A la obra te podrías venir conmigo y dejarte de tonterías.

Yo asqueado, intento no oírlos y pensar un título para mi novela. Y mientras ellos no paran de hablar, se me viene a la cabeza el gran título: "La decadencia".