Nunca pensé que con una sola acción pudiera hacerme tanto daño. Todas mis ilusiones y sueños se destrozaron en un santiamén. Me siento como si hubiera estado viviendo en una mentira todo este tiempo. Y la pregunta que inunda mi cabeza sin parar es ¿Me habrá amado alguna vez?
Los veo a la distancia como se ríen y se divierten y eso me llena de ira y tristeza por no ser yo la que está disfrutando con él. Me encantaría destrozarle ahora mismo su felicidad. Que sientan el mismo sufrimiento que estoy sintiendo yo al ser engañada. Que sepan lo que duele que te vean y te traten como una estúpida. Pero sobre todo quiero que sea él el que más sufra. Porque él es el cobarde que no ha tenido la suficiente valentía en decirme a la cara que ya no me quiere y que ama otra mientras yo daba mil por él.
Y por primera vez como si alguien estuviera escuchando mis deseos y mis súplicas alguien mágicamente apareció delante de mí flotando. Me quedo anonadada. Pero no son imaginaciones mías. Está delante de mí en carne y hueso. Delante de mí está el Dios Cupido.
Cupido el Dios del amor pero también puede desarmar parejas. Perfecto para mi plan y para mi venganza contra mi ex. Lo único que tenía que hacer Cupido es lanzar una flecha de desamor a la nueva chica de mi ex para que él sienta el rechazo de la persona que más ama y que sienta como todas sus ilusiones con esa persona se rompen para siempre. Todo iba bien hasta que de repente yo grito ¡para!
No puedo hacerlo y tampoco soy una mala persona. Le demostraré que soy mejor persona que él y así se dará cuenta de su error.
Me ha gustado.
Saludos Insurgentes