«La hermana pequeña»

Primavera era la pequeña de cuatro hermanos. Su hermano mayor, Invierno, siempre era frío y distante. Otoño y Verano eran sus otros dos hermanos, más cálidos que Invierno. Otoño era muy melancólico y solía llorar bastantes días seguidos. No salía de su cuarto cuando esto sucedía. Por su parte, Verano vivía las cosas con mucha intensidad y era muy cálido con todo el mundo, cualidad que Primavera intentaba aplicar siempre que podía.  Como Primavera se crió prácticamente con Otoño y Verano, pues Invierno era demasiado mayor para jugar y cuidar de una cría, acabó pegándosele la melancolía de Otoño, por lo que durante aproximadamente un mes lloraba desconsoladamente sobre los campos desde su nube particular.

Cuando Primavera aparecía en escena, mirando el mundo desde las nubes, este se vestía de verde y de un sinfín de coloridas mezclas que cesaban el llanto de la pequeña y le arrebataban una sonrisa y una risa feliz. 

Con el paso de los años, Primavera aprendió a controlar sus emociones y sus poderes. Los insectos y las aves polinizaban las flores a antojo de ella. El viento que creaba con sus suspiros llevaba el polen a aquellas plantas poco atrayentes que, a la vista de los animales, no eran lo suficientemente atrayentes. Gracias a ella, el mundo volvía a renacer tras ser tratado con dureza por su hermano Invierno.