«LA MUSA»

—¡Aparta de aquí, friki!
Todos los folios manuscritos de Iván volaron por los aires debido al manotazo que Borja, el abusón de clase, le dio. La sirena sonó, pero el chico estaba demasiado ocupado recogiendo las hojas del suelo del patio. La profesora Skogsälva se detuvo a ayudarlo a recoger aquellos trozos de papel.
—¡No sabía que escribías, Iván!
—Es un pasatiempo, profesora.
—Un pasatiempo, ¿eh? —dijo mientras ojeaba una de aquellas hojas.
—Por favor, profesora, no lo lea. Es personal.
—Si te molesta, no te preocupes. Dejo de leer y te ayudo a recoger. ¡No vamos a llegar a clase!
Ambos entraron al interior del aula al mismo tiempo. El bedel del colegio estaba terminando de montar el proyector de diapositivas.
—Hoy vamos a hablar sobre un género literario que, muchas veces, pasa desapercibido: La fantasía.
La profesora comenzó a divagar sobre los mitos y leyendas de la antigüedad, para continuar hablando de grandes escritores de los últimos siglos: George MacDonald, Tolkien, Lewis o Rowling. Pasando por cuentos de los hermanos Grimm o Andersen.
A la vez que hablaba de ellos, diapositivas con fotografías, retratos o cuadros, ilustraban sus enseñanzas. Los ojos de Iván notaron algo raro en aquellas imágenes. En todas, se veía a su profesora junto a los famosos escritores o en las escenas que plasmaban aquellos antiguos cuadros. Giró la cabeza a todos lados, para ver si alguno de sus compañeros se había dado cuenta de su descubrimiento. El que no estaba durmiendo, se estaba pasando notitas con los compañeros de al lado o pintando garabatos en la mesa.
Al finalizar la clase, Iván se quedó en el aula poniendo en orden su manuscrito.
—Iván, antes de irte a casa, pasa por mi despacho —dijo la profesora—. Hablaremos de tu obra. ¡Tu momento ha llegado!