«La música ya no duele»

Hoy ha sido el segundo día de sesión con la psicóloga. Me ha pedido una redacción sobre mi estado anímico y mis pensamientos como escritora. Aunque me avergüenza escribirlo soy escritora. Ya que llevo tres meses que ni escribo palabras sueltas, busco inspiración en otro lado, cambio de escenario y empiezo a escribir…

Acepto que la causa del bloqueo soy yo. Me encuentro en la terraza de una cafetería observando las interacciones sociales de mi alrededor y curiosamente un hípster está haciendo lo mismo. Cosa que, me hace sentir bastante idiota.
Perfeccionismo, miedo y falta de fe. Voy a pensar en mi y lo que soy como escritora. Las ideas llegan de los sentimientos, nacen de mi alegría, tristeza, del miedo...la falta de ideas no existe, mis emociones me hacen sentir como esa exnovia psicópata que siempre regresa.
No se me dan bien los dramas, no he dejado de escribir, pero el pesimismo y la desgana persisten. Se me hace difícil continuar. Así estoy yo sin ti, como si te hubieras muerto y pero estuvieras todavía presente.

Que estupidez querer compartir mis experiencias contigo, lo que me inquieta, lo que me pasa y las decisiones que tomo. Reconozco que fue a fuerza de voluntad y buenos sentimientos el que me enamorara.

Esa sensación de querer dar amor, algo físico y mental. Lo que me deja tu ausencia, es el vacío y la pena, podíamos haber tenido esa relación perfecta entre dos perfectamente imperfectos, que no necesitan etiquetarse para estar acorde con lo moral y reglamentaciones. Esa es mi manera de pensar, a la vista está que no pensabas lo mismo que yo por aquel entonces.

A cambio me quedan todos los mensajes que te escribo. Después de todo, reconozco que hablaba contigo como lo hago conmigo misma. Es difícil sentirme tan mal por algo que, para ti, me has hecho sentir que no significaba nada. Querer sacar lo mejor de mí, reconocer mis defectos, complejos y miedos, superarlos, cambiar,... merecía la pena para poder estar aquí y que todo cobrara otro sentido. Nunca me abrí así con nadie. Necesitaba llamar tu atención y no sabía cómo. Después de todo, ¿a quien le puede interesar el presente de una persona como yo ahora mismo? Soy un caos. No quería seguir siendo yo. Y dijiste adiós, conociendo lo profundo y triste de su significado. Y me dije: "Hay que irse".

Siento una gran perdida y 70.000 pensamientos al día. Intento ser mejor, aprender y esforzarme en lo que hago. Sé que no te encontraré en nadie más y pienso que tu tampoco encontraras a nadie como yo, aunque no tenga sentido.

He buscado la belleza de la vida para poder llenarme, la naturaleza, las amistades (el quien sí y el quien no), después de todo hacía el camino al trabajo llorando, todas las canciones me recordaban a ti, no podía escuchar música, etc. Probé con el dibujo y la pintura. He estado pintando y dibujando mándalas 8 meses, intentando tapar el vacío que dejas. He desenredado una por una las ramas de un jazmín intentando romper lo mínimo posible, salgo a pasear, cazo `Pokémon´´, comparto mi existencia con las personas que me rodean,... y todo va fluyendo. Yo que pensaba que ya tenía el corazón de piedra llegas tú lo llenas todo de poesía y te vas. Y ya no existes, solo eres un recuerdo.

Pasó el verano, todo ha sido un sueño, odio mi jazmín, lo he cortado de raíz y justo cuando lo tenía listo para ir al contenedor mi madre lo rescató. El jazmín está vivo y con eso me quedo. Aunque no te quieran por algo que no sea culpa tuya, no se puede gustar a todos. Alguien te verá y te estimulará para hacerte florecer, para todo lo demás las mandalas de Aliexpress.

Mi bloqueo soy yo y mis pensamientos. Lo confieso, me enamoré y no fui correspondida. Fin del drama.

Qué curioso es revivir las experiencias y verlas tal cual son, sinceras y sin filtros. Una `grande´ una vez dijo: "Si me queréis irse, y yo que ya lo entiendo todo, me voy."