«La pérdida lleva a la deuda»

Kevin se toca la gorra que lleva para protegerse del frío y de la policía. Lo ha mandado Ewan después del gran fiasco del último cargamento de Colombia interceptado por Scotland yard. No sabían qué había pasado exactamente. El cargamento venía en un contenedor sin numerar, dentro de peluches de bebe. Casi cae toda la estructura de la organización ya que Ewan estaba en el puerto.
Kevin no está vigilando la comisaría. Se encuentra en el Doner Kebab de un barrio a las afueras de la ciudad. El lugar no tiene una gran clientela y es poco conocido. El chivatazo del lugar donde se producían los intercambios de información lo ha dado un vecino.
Ian llega al local mientras Kevin lo observa de lejos. Entra en el establecimiento pero antes echa un vistazo a los alrededores. No ve el coche azul oscuro aparcado.
Ewan y los suyos escaparon por los pelos. Thor, el beagle, detectó pólvora en uno de los operarios del Puerto. Lo soltaron y oírlo ladrar fue la señal para proceder a la huida.
Cuando Kevin ve partir al policía de incógnito de restaurante, mira el reloj del campanario. Se ajusta la gorra y se aproxima hacia la puerta.
La abre y va directamente hacia Ian, que se encuentra de espaldas.
Dispara coincidiendo con las campanadas, lo que amortigua el sonido.
Sale al exterior dejando a Ian moribundo.
La deuda está saldada.