Cuando a Daniel, que cursaba sexto de EGB, le mandaron hacer una redacción sobre una película que hubieran visto recientemente, no se lo pensó un minuto. La haría sobre aquella película de dos rombos, que había visto hace unos días.
Era una película musical que plasmaba la historia de un lugar mágico, en el que cada noche se daban cita las almas solitarias de Berlín, con la intención de conocer gente y pasar un rato divertido. Un lugar en el que se sucedían números musicales picantes y obscenos. Sin saberlo y aún sin comprenderlos del todo, había descubierto conceptos como la bisexualidad, la androginia, los triángulos amorosos, el nazismo, el antisemitismo, el aborto… Aunque lo que más le impacto fue el concepto de amistad incondicional, y sobre todo sus canciones. Porque la banda sonora de aquella película, poco a poco se fue convirtiendo en la banda sonora de su vida, al tiempo que iba comprendiendo aquellos conceptos. En ella también descubrió a la artista que fue para siempre, su cantante y actriz de cabecera, un referente imprescindible en su vida.
Ni que decir tiene, que a la profesora de Daniel no le pareció nada bien que un adolescente en ciernes viera aquellas películas, y mucho menos escribiera sobre ellas, y aunque la redacción era de sobresaliente, obtuvo un suspenso, el primero de su etapa escolar. Por supuesto, tampoco se la dejó leer en clase y contaminase las mentes de sus compañeros.
Por cierto, la película era “Cabaret” y la artista, por supuesto, Liza Minnelli.
Me has ganado por la película escogida. Hay una canción de un joven neonazi en un merendero en el bosque que quizá pasa desapercibida pero que pone los pelos de punta : "Tomorrow belongs to me"
Enhorabuena.
Buen relato.
Enhorabuena!
Saludos Insurgentes.