«Los 9 meses más divertidos de mi vida»

Querida mamá:

Le he pedido a papá ayuda para poder escribirte esta carta en tu primer día de la madre. Yo todavía no puedo hablar —ni mucho menos escribir—, pero sí puedo contarte lo que sentí los meses que estuve dentro de ti.

Tú todavía no lo sabías, y por eso casi me emborracho con las cervezas que te tomaste aquella noche. ¡Menudo viaje!

Recuerdo cuando os enterasteis papá y tú de que estaba en camino. No se lo pudisteis contar a nadie porque estábamos confinados. Iba a ser una niña nacida en medio de una pandemia mundial y decíais que eso era especial. ¡Algún día me tendrás que explicar qué significa eso!

El día que conocí a los abuelos me gustó mucho. No sé por qué lloraron, supongo que porque querían verme y no podían todavía, aunque yo noté sus manos a través de tu barriga y me puse muy feliz.

Espero que no te hicieras mucho daño cuando te caíste en ese centro comercial. Menos mal que la gente nos ayudó enseguida a levantarnos. Que sepas que a mí no me pasó nada, solo fue un susto.

Mi último recuerdo fue el día en que me dijiste que era hora de salir. ¡Con lo a gusto que se estaba flotando allí dentro! Tardé tanto que ya tenía los ojos abiertos y un montón de pelo. ¡Qué ganas tenía de verte y tocarte! Gracias por llevarme contigo tanto tiempo, fueron los 9 meses más divertidos de mi vida.

Feliz día, mamá.