Había pasado veinte años y Martín no podía creerse que después de tanto tiempo aún le afectará aquel trágico y horroroso día. El 11 de septiembre de 2001 con tan solo un año y sin ser totalmente consciente de lo que ocurría a su alrededor su vida se transformó. Aquella mañana su madre se despertó temprano a pesar de que se encontraba de baja laboral por enfermedad, trabajaba como secretaria en una de las empresas del piso 93 del edificio izquierdo de las torres gemelas.
Aquella mañana a pesar de los ruegos de su marido, Lucia se despertó poco antes del amanecer con el fin de acudir a su lugar de trabajo para llevar unos documentos a su jefe para una reunión muy importante, su padre no podía atender aquel día a Martín por motivo de trabajo y ya era tarde para llamar a ninguna canguro, por lo que finalmente Lucia se vio obligada a llevarlo, ya que únicamente iba a ser un momento, entregar los papeles y volver a casa. Lo que no sabía Lucia es que era que Martin si iba a volver a casa, pero solo.
Alrededor de las 9:50 llegaron Martín y Lucía al lugar de los acontecimientos, iban directo al elevador con la intención de subir a la planta 93, no obstante, tardó bastante tiempo para que ellos pudieran subir, ese día había un gran movimiento de personas, el ascensor no paraba de subir y bajar. Cuando finalmente pudieron llegar a su destino eran las 10 de la mañana, seis minutos después ocurrió todo. Lo único que recuerda Martín de ese día es escuchar los gritos de desesperación y que ese día fue el último que vio con vida a su madre.