“ Mierda, ¿dónde estoy?... vaya, ¿que llevo puesto?, estos pantalones me los regaló mi madre cuando cumplí los 10 años. Los recuerdo con mucho cariño porque estuvo ahorrando dos meses para poder comprarlos.
Espera un momento… ¡no me lo puedo creer! ha funcionado la máquina que le compre para decorar mi casa a aquel tipo en la tienda de segunda mano… porque esto me suena, este es el patio de mi colegio, no ha cambiado nada. ¡Esto significa que he vuelto al colegio!.
Max está ahí, mi mejor amigo. ¡Cuánto le he echado de menos!
¿Qué le pasa, porque llora de esa manera? ¿Por mi culpa?. Ahora recuerdo que ese día discutimos fuerte porque a los dos nos gustaba la misma niña, pero él insistió en que no quería enfadarse conmigo por ella, algo que yo no entendí.
Creo que esto me ha dado una segunda oportunidad, por esa tontería desapareció de su vida y no quise volver a saber nada de él, cada día me arrepiento de haberle hecho daño siendo tan niños, pero tengo que solucionarlo.
Max perdóname, no quiero que nos enfademos y menos por ella.
Max me miró con los ojos llenos de lágrimas, así que me agache y le pase mi brazo por encima del hombro.
¿Somos amigos?
Claro que lo somos y lo seremos siempre, no volveré a permitir que estas cosas vuelvan a separarnos.
Y sin más cogimos esa pelota con la que tanto disfrutábamos y seguimos jugando al fútbol…
¿Qué pasa?... Madre mía estoy sudando y me duele la cabeza. Vuelvo a ser yo, ¡menos mal! ya me veía usando de nuevo esos pantalones durante años.
¿Quién me llama?... Oh, es Max, ha vuelto de nuevo… adoro a esa máquina que me ha devuelto a mi mejor amigo.
