«Mi confusión»

Me perdí, me equivoqué. Ya no sé dónde estoy. Si en un prado verde junto a un precioso lago o encerrada en mi habitación. Me sumergí tanto en mi nueva aventura, que he perdido la idea del tiempo y del espacio. Creo que sueño con una maravillosa playa de arena blanca , un bonito sol y suaves olas. El vaivén de estas me produjeron mucho sueño;pero, espera, entonces no estoy soñando, estoy aquí de verdad. Qué tranquilidad- pensé. La suavidad de la arena y la sombra en la que estaba, me invitó al sueño. 
Soñé que volaba, como un pájaro, vislumbrando los rayos del sol, los bosques, las playas, las cordilleras, los ríos... Y lo que más me gustaban: las nubes. Eran de color blanco rosado y corría una pequeña corriente de aire, que hizo que aterrizaje en una de ellas. Es muy mullidita, cómoda, su tacto era como el algodón y olía a sal... De repente, un pájaro pierde el equilibrio y se estrella contra mí. ¡Aaaaaaa! ¡Qué miedoooo!- grité. Y ya me desperté en la calmada playa. Bebí un poco de agua y andé hacia la orilla para mojarme los pies. Cuando veo un iceberg, más bien, un trozo de hielo, que se aproxima hacia mí. Yo no sabía qué hacer. Hasta que decidí subirme a él. Inmediatamente, este me transportó al Círculo Polar Ártico, el Polo Norte. Vi un grupo de osos polares,comiendo a sus presas. Me dio mucho miedo a ser descubierta por ellos; pero (menos mal) que no ocurrió. Tenía mucho frío,y mágicamente me apareció un abrigo de esquimal a mi lado, sin dudarlo me lo puse. ¡Ay, qué bien ahora!- grité y escuche mi propio eco. ¡Qué cansada estoy, me quiero ir de aquí!   De repente, aparecí en un bosque, rodeada de: castaños, alcornoques, robles y diferentes arbustos. Hubo uno que me llamó la atención. Era un hermoso rosal rojo. Al tocarlo, me pinché con una espina, no sentí dolor, no sentí nada. Continúe con mi paseo hasta llegar a la ribera de un río. Chasqueé los dedos y ya estaba con el bañador puesto y me metí al agua. Me dejé llevar por el cauce del río y desemboqué en el mar. Las gaviotas me molestaban, estaban a mi alrededor diciendo: ¡Marina,despierta! ¡Marina, despierta!
¿! Qué decís!?- grité.
¡Levántate!- me contestaron.
Pero si estoy aquí, en la playa.
No lo estás, esto son recuerdos de viajes que hicistes y los estás reviviendo, soñando.
¿Todo esto es un sueño?
Son tus recuerdos en un sueño muy vívido, real. Y despierta ya, que tienes que escribir sobre ellos.

Me desperté y volví a la (triste) realidad; pero con una gran tarea por cumplir: escribir un libro.