«No puedo seguir así»

Me levanto cansada, me tomaré un café y volveré a la cama. No, no puedo seguir así. Debo salir aunque no salga el sol. Los días son tan grises que mi energía va desvaneciendo. Buscaré la manera de encontrar algo que me motive, la naturaleza, el canto de los pájaros entre los árboles, o incluso el olor de las flores, sí eso siempre anima a cualquiera. Sin embargo a mí ya no. Qué tristeza más grande siento en todo mi ser.
Qué bueno está el café, me encanta sentir el calor de la taza entre mis manos. Me vuelvo a la cama, es tan placentero este momento entre las sábanas. Además, tengo tiempo hasta la hora de trabajar. No tengo ganas de hacer nada, qué tristeza, voy a dormir. Sin embargo, no puedo seguir así.
¿Qué hora es? Anda, si me he dormido. Mañana iré a pasear, hoy ya no me da tiempo. Ya estoy llorando otra vez. Tengo que buscar una solución. ¿Qué me está pasando? Si yo era feliz y, reía, soñaba, cantaba... Y ahora, estás amargada y angustiada. Y nadie sabe ayudarme, nadie. Solo yo debo hacerlo pero, ¿cómo? A ver, ¿qué me gusta hacer? Leer, pero no me concentro así que lo dejaré para más adelante, también me gusta escribir, pero estoy tan bloqueada, es como si mi mente se estuviera deteriorando poco a poco, me estaré volviendo loca. No puedo seguir así. Respira hondo y a trabajar. Todo saldrá bien, sacarás fuerzas y te enfrentarás a esta maldita enfermedad.
Qué bien se está en la calle, qué agradable la brisa en la cara y, además por fin aparece el sol entre las nubes, mira por donde he conseguido sonreír. Todavía me queda esperanza. Mañana saldré a caminar porque, no puedo seguir así.