«Perfecta Imperfección»

Estrellas. Lo primero que veo cuando abro los ojos son esas lucecitas parpadeantes a miles de kilómetros situadas estratégicamente en el inmenso cielo. Me he acostumbrado tanto a su compañía, a nuestras largas conversaciones que creo que ya no seré capaz de soñar sin antes despedirme de ellas.Han pasado cuarenta días desde que dejé atrás mi cómodo apartamento para ir en busca de aquello que decían las guías que existía. Lo he conseguido. Me he deslumbrado con majestuosos paisajes capaces de acelerar el corazón y hacerte sentir la fuerza Naturaleza, sabores exóticos han explotado en mi boca, mi cuerpo ha bailado alegre a la vista del resto y he podido acariciar arrugas que esconden la sabiduría tatuada por el paso de los años.   No hay mentira en ello, para cerciorarte solo tienes que acercarte a mi yo virtual, a eso que llamamos perfil, y comprobarlo. Fotos en lugares ideales, luz que resalta colores vivos, sonrisas y ojos brillantes de quienes me encuentro en el camino.  No, no hay mentira en ello.Faltan las imágenes que nunca he tomado. Aquellas en las que, al llegar la noche, me tumbo en un viejo colchón y admiro el cielo mientras converso con mis silenciosas nuevas amigas. Solo a ellas les confieso lo que ya saben, qué ocurre después de cada foto. Los lugares siguen siendo maravillosos, pero no serán un recuerdo compartido y las sonrisas se suavizan para seguir sobreviviendo a una no siempre fácil realidad.Compartir la mejor imagen no expresa lo suficiente, condena al olvido la realidad en estado puro, no permite ir más allá de la inexiste perfección.  Mi viaje, a partir de ahora y hasta mi vuelta a casa será compartido con las estrellas e imperfecto para quien lo siga pues mostrará lo que mis ojos también ven y mi corazón siempre.Me quedo con que compartiendo siempre es mejor. Comparte tu vida, comparte tu imperfecta realidad sin importar cuántos “me gusta” obtengas.