Lo primero que pensó fue lo fácil que fue conseguirlas, no le llevo más de una hora en encontrar al chico de pelo rapado y tatuajes en todas las partes del cuerpo, estaba en un callejón a las afueras de la ciudad cerca del parque. Lo observo sabia que él no pertenencia a ese lugar, lo iba a saludar per el chico se adelantó.
-Si quieres perderte un poco solo necesitas una de estas bellezas, y en menos de una hora ya estarás sintiendo como se te duerme el cuerpo hasta el punto de no poder sentir nada, habrá alucinaciones, pero claro alguien como tú es capaz de distinguir lo real y lo ficticio, pero vamos mejor cierra las puertas y ventanas si no quieres ver como se deforma el mundo a fuera y te mees encima como el niño grande que eres. Y recuerda solo una, nunca dos.
Cuando llego a casa su familia ya estaba cenando había llegado tarde y él lo sabía, la pequeña Elena salto de la silla y corrió hacia su padre le abrazo las piernas, él le devolvió el abrazo, su hijo de 10 años lo miraba desde la mesa saludando con la mano mientras comía la cena.
Todo el resto de la noche transcurrió normal, Joseph ya estaba en su habitación durmiendo, Elena también después de que su madre le terminara de contar su libro favorito, el del conejo y el águila con bigote decía Elena, lo que más le gustaba era la foto de su padre en la contraportada del libro.
-Se ha quedado como una piedra, le encanta mucho ese libro siempre se ríe en la parte en la que se le cae el bigote al águila, debes de verla ya hasta se lo sabe de memoria.
La puerta se cerró detrás de ella se quedaron viendo un rato mas en el pasillo él podía ver como su esposa siempre resplandecía ese aroma y brillo que le encantaba, en cambio él siempre estaba cansado, sin brillo últimamente las llamadas eran más constantes le pedían más y más, pero nunca le daban una solución o una manera para poder continuar, realmente se había bloqueado totalmente, había intentado de todo, pero siempre se quedaba en blanco al frete del ordenador.
-Voy a intentarlo otra vez a ver si sale algo, no me esperes no se cuanto me valla a demorar-. La beso en la frente y se dirigió a su despacho, cerró la puerta detrás de él, la luz blanca lo cegó un poco, tardo unos segundos en acostumbrarse al ambiente y hay estaba de nuevo, siete capítulos hechos y una pagina en blanco que ha seguido así por varios meses, pero esta noche eso cambiaria.
Tomo la píldora, tenia un sabor muy amargo y acido al mismo tiempo, se quedo mirando por la ventana unos minutos para ver si empezaba a sentir los efectos, no los sintió de golpe, fue como una pila de domino que se iban cayendo una a una hasta que todo estaba en el suelo, las nubes empezaban a moverse mas rápido, la luna empezó a brillar muchos mas fuerte, ilumino todo su despacho. – Demonios es ahora o nunca-. Maldijo por lo bajo y sus dedos empezaron a tocar el teclado el blanco empezó a desaparecer al igual que su sentido del tacto, pero mas bien era como si lo sintiera todo cada orificio cada parte irregular de las teclas que sus dedos tocaban, ya había hecho mas de diez paginas sabia que lo estaba consiguiendo que lo estaba logrando, vio a un costado y el resto de pastillas seguían en su bolsa las miro con recelo pero no se resistió mucho dos mas entraron en su cuerpo, pero esta vez si que lo golpeo, su cabeza, piel todo era mas sensible, la luna brillaba cada vez mas las nubes no paraban de moverse por todo el cielo, tenía ganas de vomitar.
Tardo unos segundos en estar en el baño con las manos sobre el váter, salió del baño y sintió el aire muy denso, la luz se había ido estaba todo muy obscuro, ya fue suficiente se fue a su cuarto, pero uno ojos lo empezaron a seguir a lo largo del pasillo.
-Mierda, ya estoy alucinando-. No les dio mas importancia, entro a su cuarto y los vio dos criaturas pequeñas con brazos largos y piernas cortas que estaban una a cada lado se su mujer acostada en medio de la cama, uno sostenía un cuchillo que salía lentamente de su mujer y el otro apartaba el cabello del rostro de su mujer y vio como el brillo de su mujer abandonaba su cuerpo, la criatura dejo el pelo de su mujer y lo observo con desprecio se le formo una sonrisa enorme que ocupaba toda su cara sus ojos rojos se agrandaron y se abalanzó sobre él, salto hacia atrás pero perdió el equilibrio y cayo por las gradas, las dos criaturas lo miraban desde arribas y empezaron a correr. Se levanto con dificultar intentando huir, una de las criaturas lo cogió por la pierna clavándole las uñas intento zafarse, pero lo sujetaba muy fuerte, agarro lo mas cercano que tuvo y lo estampo contra la cabeza de la criatura la otra lo vio todo y de su garganta emergió un grito infernal, la criatura lo soltó y consigo salir a la calle, cuando la puerta se abrió un dolor le atravesó el hombro un disparo limpio que lo atravesó, rodo por la entrada de la casa y todo se quedó quieto.
Un hombre entro y salió con Joseph en los brazos, no paraba de llorar y estaba cubierto de sangre, lo intento alcanzar, pero ya estaba esposado y boca bajo en el piso, lo arrastraron por el suelo y lo metieron en el coche, Joseph no paraba de llorar mientras les decía a los policías que él las matos, las matos a las dos, que su padre era un demonio con ojos rojos.
Enhorabuena amigo!
Saludos Insurgentes.