👶🏻 Un bebé cuenta su historia desde el vientre materno.
Tic, tac, tic, tac, pum,pum,pum......Qué hermosa melodía me envuelve desde que despierto hasta que me duermo, aunque sospecho que es como eso que llaman por ahí afuera, mi propio hilo musical. Planeo como será abrir mis ojitos y contemplarla por primera vez, y no para que nos presenten, ya que hace meses que sé quién es. Conozco a la perfección su tono de voz, su tacto, sus canciones de cuna, hasta sé cuando tiene hambre o sueño, porque también me pasa a mí, tengo la sensación que la conozco desde siempre, como si fuésemos una. Escucho voces que aún no puedo reconocer, niños a mi alrededor, ¿serán mis hermanitos? Aunque me siento como pez en el agua, ya se me está haciendo pequeña esta urna de carne que me rodea, parece que me estoy haciendo grande y que en breve llegará nuestro momento. En mis intentos de acomodarme le doy alguna que otra patada que, lejos de enfadarla, las recibe con ese amor que sólo ella puede regalarme, aunque hay otras manos que me palpan, qué ganas de salir y sentirlos piel con piel. Mamá me mima tanto que fantaseo imaginándola, ¿cómo olerá?, ¿cómo será?, ¿le gustaré?, ¿cómo seré yo? En esta acogedora oscuridad no puedo contemplarme, pero me siento segura, en paz. Escucho mil planes por ahí que me incluyen a partir de mañana, ¿será que es hoy el día? Pasan un par de horas y noto como mi cuna empieza a encogerse bruscamente, no entiendo bien lo que ocurre, pero mamá se está poniendo nerviosa, ese tic, tac va muy rápido. Me habla pretendiendo calmarme, ¡ya casi estás aquí, me dice, y aunque no lo entiendo, siento que algo extraño está pasando. De un salto ya estoy en otro lugar. Eres tú sin duda, mi mamá.