
Venía de la fiesta del castillo, la fiesta de la noche enmascarada. Con mi vestido rojo de raso de tirantes y mi antifaz a juego con plumas en un lateral, obvio es que llevaba mi abrigo de pelo negro, por el frío de la época y mi paraguas de girasoles para no mojarme. Los pies me mataban de dolor por mis tacones de aguja y decidí sentarme en un banco, descansar, respirar y contemplar la noche.
La fiesta era elegante e intimidante, iba bien pero me tocaba trabajar al día siguiente.
Quería conservar mi atuendo hasta llegar a casa, me sentía bien, diferente al día a día.
Escuché un caminar y al girar mi cabeza pude ver la silueta de un hombre. Oh porfavor, quien es?Vestía un traje negro con antifaz en negro también, que percha tenía!
- ¿Estás bien? Preguntó. Solo me salió asentar con la cabeza, me quedé tonta al verlo...
Quiso saber un poco más de mi y se sentó a mi lado.
Le conté que era la chica de la tienda de antigüedades, de allí, de toda la vida.
Él era nuevo por la zona no conocia a nadie. Resultó ser Peter Abal, un famoso escritor que venia a llenar su vida con nuevos cambios, que suerte poder hacer eso,eh ? Su antifaz dejaba ver unos bonitos ojos verdes miel que enamoraban.
La conversación empezó a ser más profunda y conocedora.
Su familia estaba rota y cada uno vivía en un lugar diferente, la mia en cambio estaba unida, era hija única y heredera de la tienda de antigüedades.
Dos desconocidos que acababan de comenzar a conocerse.
Saludos Insurgentes