«ROSA GRIS»

      Hace ya más de un año que nuestra vida cambió, quizás para siempre. Yo siempre fui una persona con una intensa vida social, momentos que llenaban mi vida y amigos con los que compartía momentos inolvidables. De pronto todo se acabó y como el resto del mundo me encerré en mi casa, aquellos momentos maravillosos dejaron de existir y los amigos que tanto me querían desaparecieron.      Mi mundo era mi casa, mis películas, mis libros, mi música, pero no es suficiente; necesitaba el contacto con el mundo, con la gente, con la realidad. Pero no puedo salir de casa, ni aun cuando está permitido, el miedo es aún superior a la necesidad. Yo que nunca fui muy adepto a las redes sociales, pero encontré en Facebook una maravillosa ventana al mundo, me podía comunicar, expresar e incluso interactuar con personas a las que no conocía.     Así fui como te conocí; Rosa Gris era tu nombre y en tu foto de perfil, eso una rosa gris, bastante lógico. Nunca me planteé el hecho de que no pusieras tu rostro, tus palabras me inspiraban la suficiente confianza. Comentabas cada uno de mis posts, siempre un mensaje de ánimo para los mensajes de desesperanza, siempre un mensaje de alegría para mis logros. Te convertiste en esa amiga que siempre quise tener, sin temor a que algún día me traicionases. Poco a poco ocurrió lo inevitable, me fui enamorando de ti, sin ver tu cara, tu cuerpo, tus palabras fueron suficientes para que creciera en mi un amor que nunca había sentido por nadie en la vida “real”.    Un día decidí escribirte un mensaje directo, pero no contestó nadie, lo volví a intentar durante días, seguías comentando mis publicaciones, pero ninguna contestación a mis mensajes.    No tardé en comprender que no eras mas un algoritmo de Facebook, me había enamorado de una máquina. El tiempo ha pasado, pero te sigo amando, jamás amaré a nadie como a ti.