Les iba la vida en ello
O al menos daba esa sensación
Siempre que escribía una historia
Me exigían que terminara mejor
Entonces me esforzaba en cambiarla
Juro que lo hacía
Observando pausadamente mi relato
Reescribiéndolo por simpatía
Elocuentes eran mis personajes
Sutiles mis ironías
Fantaseando entre palabras
Inventando pasaba mis días
Nadie me preguntó cómo me sentía
Al cambiar los finales por mis lectores
La impotencia que me invadía
Evadiendo mis verdaderos colores
Señoras y señores
Tienen que permitir a los artistas crear
En esta imprevisible vida
¿Saben acaso ustedes qué va a pasar?
Olviden lo que ya saben
Renuncien a los finales clásicos
Pues poco ganarán
Rindiéndose a lo básico
Escúchenme con atención
No pienso hacer lo que me digan
Dueño soy de mis ideas
E intentaré ser libre aunque no me sigan
No se vayan aún, quédense
Sé de algo que no se esperan
Imaginen algo que nunca hayan visto
Eso que de los cánones se saliera
Miren la primera letra de cada línea
Pónganse con ellas a formar una frase
Reflexionen sobre la vida
Entiendan que finales no hay solo de una clase
LOS MEJORES FINALES SORPRENDEN SIEMPRE
Los finales no están escritos...
Saludos Insurgentes
Desde luego que sorprendida estoy todavía y menos mal que de poesía casi nada sabías.